SAN DIEGO.- La mayoría de los menores delincuentes crónicos de la región San Diego han sufrido el síndrome de trauma de la infancia con secuelas en su salud mental, ausentismo escolar y problemas de abuso de sustancias.

Un estudio en profundidad sobre estos adolescentes y jóvenes llevado a cabo por la Asociación de Gobiernos de San Diego (SANDAG), en el que se busca determinar la causa de su participación creciente en el sistema de justicia penal de la región.

La indagación realizada por la División e Investigación Aplicada de la agencia gubernamental regional en colaboración conjunta con el Departamento de Libertad Condicional del Condado de San Diego y la Iniciativa de los Niños, con financiamiento de California Wellness Fundation (Fundación de Bienestar de California).

Dirigido a la toma de decisiones

Se dio a conocer que con el referido estudio se pretende “informar a quienes toman decisiones, a nivel local y estatal, (acerca) de que los cambios de política tienen el potencial para mejorar los resultados”.

Llamado “Seeking Alternatives: Understanding the Pathways to Incarceration of High Risk Juvenile Offenders” (Alternativas Buscando: comprensión de las vías de encarcelamiento del Menor Infractor de Alto Riesgo), en el estudio se entrevistó a 40 jóvenes de alto riesgo y el examen de una variedad de registros oficiales para conocer acerca de su trayectoria en el sistema de justicia penal”.

Buscan cambio deconducta positiva

Una pregunta relevante que se planteó a a estos menores fue sobre qué factores podrían haber modificado su conducta, y cuando las intervenciones (para alentar hacia una conducta positiva) se habrían puesto en práctica para hacer una diferencia.

Otro dato significativo, de acuerdo con la investigación es que “menores delincuentes que participaron en el estudio, en promedio, habían pasado un tercio de su adolescencia en la custodia, y luchado con una larga lista de desafíos”:

Reproducen patrones de violencia

“Más de tres cuartas partes (de estos menores) habían sido testigos de la violencia en sus vidas, con alrededor de un tercio después de haber visto a alguien muerto”, de acuerdo al estudio.

Otro hallazgo significativo de la investigación es que “tres cuartas partes informaron regularmente el uso de alcohol o drogas antes o durante la escuela, y la edad media de inicio del consumo fue de alrededor de 13 (años de edad)”.

Además, reveló que “uno de cada cinco (menores) habían sido sacados de su casa por los Servicios de Bienestar Infantil y dos tercios tenían un historial de ausentismo crónico, (además de que) casi todos habían sido suspendido de la escuela por lo menos una vez”.

Muchos delinquen desde muy pequeños

De acuerdo con la investigación actual, el nuevo informe encontró que los signos de la delincuencia en general, aparecen varios años antes de que un joven sea ingresado al sistema de justicia por su conducta delictiva. “ Los menores delincuentes señalaron que tenían problemas de conducta en la escuela, (que fue aproximadamente) la primera vez que muchos de ellos recibieron su primera remisión al Departamento de Libertad Condicional”.

“Los resultados de nuestro informe proporcionan una hoja de ruta no sólo para la región de San Diego, sino también para California, para reducir la delincuencia juvenil”, afirmo Cynthia Burke, directora de Investigación en Justicia Penal de SANDAG.

Y agregó en el mismo sentido: “sabemos por la investigación que el encarcelamiento no reduce la reincidencia; de hecho, se podría aumentar la reincidencia entre algunos delincuentes de bajo nivel, por lo que es imprescindible adoptar las mejores prácticas, como la intervención y cruzadas de sistemas de colaboración temprana, para abordar de manera integral las necesidades de los menores”.

Alternativas de solución

Entre las recomendaciones derivadas del informe y presentadas por SANDAG, el Departamento de Libertad Condicional del Condado de San Diego y la Iniciativa de los Niños destacan:

Desarrollar un sistema de prestación de servicios de tratamiento interconectado que se extienda al sistema de bienestar infantil, las escuelas, la policía, el sistema de salud del comportamiento, el sistema de justicia de menores, y los servicios basados en la comunidad.

Garantizar la prevención y el tratamiento a la adicción a las drogas y el alcohol.

Abordar los asuntos escolares en forma temprana (preventiva) y que sea una prioridad para mantener a los jóvenes en las escuelas tradicionales, cuando sea posible.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com