TUCSON, AZ.- La limitada ayuda financiera a la que tienen acceso y las dificultades para recibir préstamos estudiantiles por parte del gobierno federal supone un freno a la educación superior de los jóvenes amparados bajo la Acción Diferida (DACA).

En Arizona los soñadores lucharon por años para que las universidades y colegios comunitarios les permitieran pagar tarifas como residentes.

El pasado mes de mayo un juez en la Corte Superior del condado Maricopa les dio la razón al fallar a favor de Colegios Comunitarios que otorgan inscripciones como residentes a estos jóvenes.

“Ganamos esta batalla legal, pero ahora la pregunta es ¿cómo pagamos la universidad?”, se preguntó Dulce Matuz, activista soñadora y cofundadora de la Coalición del Acta Sueño.

Se estima que en Arizona unos 24.000 jóvenes indocumentados han sido aprobados para el programa de Acción Diferida, de acuerdo a cifras del Gobierno federal.

No obstante, de acuerdo a estimaciones de la Junta de Regentes, solo 100 estudiantes amparados con DACA se encuentran actualmente inscritos en las universidades públicas del estado.

Para muchos jóvenes el principal obstáculo sigue siendo la falta de recursos económicos para poder obtener los casi 5.000 dólares por semestre que deben de pagar a las universidades como residentes.

Los soñadores provenientes de familias de bajos recursos muchas veces deben de escoger entre trabajar para contribuir económicamente y ayudar en los gastos familiares o pagar una colegiatura universitaria.

Aunque existen becas y ayudas financieras provenientes de organizaciones y del sector privado, estas no son suficientes.

“Lo ideal y lo justo sería que los soñadores pudieran aplicar al FAFSA”, aseguró Matuz refiriéndose al programa federal de ayuda financiera disponible para los estudiantes que terminan la escuela secundaria y desean continuar sus estudios universitarios.

Dependiendo de sus ingresos personales o familiares, los estudiantes reciben becas o préstamos estudiantiles, pero deben de ser ciudadanos de este país o residentes legales para poder calificar.

Hasta el momento los jóvenes con DACA, a pesar de que el Gobierno federal les otorgó un permiso de trabajo y un número de Seguro Social, no son elegibles para estas becas.

“Esto es un gran problema porque los soñadores tampoco pueden tener acceso a los préstamos educativos, algo que complica mucho las cosas, especialmente si no eres un súper estudiante con maravillosas calificaciones”, dijo la activista.

En su opinión los jóvenes con DACA deberían de ser elegibles para estos programas federales de ayuda financiera estudiantil debido a que están pagando impuestos, muchos de ellos están comprando casas, autos y contribuyendo a la economía de sus comunidades.

Servicios El Latino

Ellatinoonline.com