SAN DIEGO.- Helena, Wonder, Ana Aviña y Judith Gama son tres madres de familia que las une un denominador común: su continua presencia en los campos de fúbol para apoyar a sus hijos.
La mañana del sábado 16 de abril, en el campo de Aztecs San Diego, no fue la excepción y desde las 8 a.m. ya estaban listas para animar a los menores Brandon Wonder, Ari Gael Aviña y Luis y David Garibalid, parte del equipo del entrenador Tony Izaola bajo la categoría 2005.
El sacrificio para comprar sus uniformes, en muchos casos desvelarse, pagar la cuota de registro al club de fútbol sóccer al que pertenece, no importa, dijeron, pues todo es compensado por la actividad física que despliegan los niños en el terreno de juego.
“Vamos, vamos; bien, échenle ganas!” Gritaban emocionadas las tres madres de familia, en cada disputada jugada del partido. Sus hijos y el resto de los jugadores se entregaban en el terreno de juego.
Al final, la recompensa: el equipo del entrenador Izaola había ganado el juego, 2-0 sobre los niños de Albión.
Helena, Ana y Judith no cabían de gusto, otra vez su esfuerzo de acudir muy temprano al campo de juego, había fructificado en la victoria del conjunto.
El entrenador se muestra orgulloso del trabajo que los niños desarrollan tanto en los entrenamientos como en cada partido, donde se entregan al máximo.
En otro juego y otro escenario, madres y padres de familia se tapan del sol, en un día de sábado caluroso, pero muy agradable para jugar al fútbol sóccer.
Con lluvia o con sol, truene o relampaguee, los padres de familia están ahí, al pie del cañón, porque saben que cada grito de apoyo para sus hijos, no sólo les retribuye en satisfacción, sino que los prepara para llevar una vida saludable y en algunos casos, campeones del deporte.
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com