La oficial pasó lentamente las manos por el cuerpo de Susana ante la mirada atenta de nueve agentes fronterizos hombres.
Era la segunda vez que la oficial hacía lo mismo: deslizaba despacio las manos por todo el cuerpo de Susana, y lo hacía de forma que la novena de agentes tuviera oportunidad de verlo todo.
¿Qué había hecho Susana (su verdadero nombre es otro) para que la trataran de esa manera en la zona de inspección secundaria de la garita de San Ysidro?
Esto es lo que platicó al Comité de Servicios Amigos Americanos (AFSC) en San Diego:
Susana y su novio cruzaban por la garita de San Ysidro y los enviaron a esa zona de revisión más pormenorizada donde permanecieron un largo rato mientras al parecer revisaban los documentos de ambos.
Dijo Susana que ya habían llegado a inspección secundaria otras personas, las revisaban y posteriormente las dejaban continuar, pero a ella y a su novio los retenían. Cuando Susana protestó fue que comenzó el abuso.
Primero la separaron de su novio y luego comenzaron las presuntas revisiones físicas. Narró que fue humillante y no la dejaron que se quejara.
Al final al dejarlos partir les dijeron que todo se debió a una confusión, que el nombre de su novio era muy parecido a un nombre que las autoridades fronterizas tenían en una lista de personas buscadas.
Pedro Ríos, el director del Proyecto Fronterizo del AFSC, dijo que el caso de esa pareja fue uno de los que más le llamaron la atención en los meses que duró un proyecto piloto para reunir información sobre maneras en que pueden abusar las autoridades fronterizas.
El caso de Susana quedó sin presentar una demanda, fue uno de 147 registrados el año pasado, pero ahora podría ser distinto.
A partir de esta semana AFSC inició en San Diego un programa para reunir desde San Diego quejas, denuncias de abusos, reportes de maltratos de oficiales fronterizos no solo en las garitas, también en retenes carreteros, a campo abierto, o en vecindarios de la franja limítrofe.
Sofía Sotres es desde ahora y hasta enero del 2017 la encargada de un nuevo programa que reunirá desde San Diego todas las denuncias y quejas de abusos y maltratos por parte de agentes fronterizos.
Cuando Susana y su novio presentaron su denuncia se trató de un proyecto piloto únicamente en las garitas, ahora se suman los retenes carreteros, el campo abierto en la frontera, y los vecindarios por los que los oficiales fronterizos hacen recorridos desde San Diego hasta McAllen, del Pacífico al Golfo de México.
Al final de enero se hará un corte de registro de denuncias, dos meses después, en marzo, AFSC va a evaluar y de acuerdo con Sotres los resultados serán entregados al público, a través de medios de comunicación, y al gobierno federal a través de una institución de atención a quejas por comportamiento de los oficiales.
Oficialmente, la frontera registra más de un millón de cruces desde México cada día, sobre todo en vehículos. Son cálculos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que también mencionó esta semana la canciller mexicana, Laura Ruíz Massieu.
Con tal intensidad en la relación bilateral, hay residentes fronterizos que cruzan diariamente, o incluso más de una vez por día, por motivos laborales, familiares, de estudios, comerciales y de relaciones. Pero de acuerdo con Sotres, a pesar de la importancia de la frontera, impera una falta de responsabilidad y de supervisión a las agencias fronterizas federales, y entonces son organizaciones civiles como AFSC las que buscan establecer cierto orden.
Pero, dijo Pedro Ríos, su organización necesita del apoyo del público para tratar de impedir o al menos reducir los maltratos en la frontera.
Las personas interesadas en proporcionar datos de maltratos y abusos pueden llamar al número en San Diego 619-233-4114, o enviar su información a Sofía Sotres al correo electrónico ssotres@afsc.org
Sotres pidió que aunque las personas víctimas de maltratos tengan temor, traten de registrar al menos en mente el nombre del oficial, la hora, las condiciones. “Mientras más personas alcen la voz, se pueden hacer más cambios”, explicó.
Manuel Ocaño
Ellatinoonline.com