Donald Trump tendrá que presentarse a declarar ante la corte federal en San Diego donde enfrenta una demanda colectiva por fraude, aún si resulta presidente electo en noviembre, ordenó un magistrado.

El juez federal, Gonzalo Curiel, permitió a Trump abstenerse de testificar esta semana pero ordenó que se presente luego de concluida la elección presidencial de noviembre.

Curiel respondió así a una petición de la defensa de Trump, que argumenta que obligar ahora al magnate a presentarse ante un tribunal federal donde se le acusa se convertiría “en un circo político”.

En un intento previo por librarse de esa responsabilidad con la corte, Trump había dicho en entrevista que el magistrado Curiel se mostraba antagónico en el caso de esa demanda, porque, según opinó el candidato, el juez Curiel es latino y Trump tiene “una posición firme acerca de la frontera”, donde insiste en levantar una barda.

El testimonio de Trump pospuesto en la corte esta semana había sido agendando tanto por parte de la fiscalía como por parte de la defensa antes de que el candidato lanzara su campaña el año pasado.

El juez Curiel descartó por otra parte una versión de la defensa de que la demanda colectiva contra Trump se haya presentado para aprovechar su candidatura, pues fue interpuesta en el 2012.

Trump iba a llegar a San Diego el domingo pasado, según sus seguidores, si hubiera tenido que estar ante el tribunal. La policía sandieguina informó que el magnate sí estará en la ciudad pero en otra fecha este mes.

La policía también indicó que ya entrena para prevenir disturbios cuando Trump llegue a San Diego.

Este mes en una primera visita a California las autoridades en el vecino condado de Orange arrestaron a 20 personas por enfrentamientos mientras Trump hablaba a un reducido número de seguidores.

La demanda que enfrenta en San Diego la presentaron ex alumnos de la Universidad Trump, ahora clausurada, que invirtieron en promedio más de 30 mil dólares cada uno en colegiaturas ante la promesa de ese centro de estudios de que ganarían fortunas en el área de bienes raíces y los resultados que obtuvieron fueron limitados.

La defensa de Trump dice que entre las charlas impartidas a esos exalumnos, a manera de clases, se les entregaron tarjetas cuestionario en las que respondieron que la instrucción les parecía adecuada, y que por lo tanto la demanda debe desecharse.

El candidato presidencial enfrenta otras dos demandas colectivas similares, también de exestudiantes de la Universidad Trump, en los estados de Florida y Nueva York.

Manuel Ocaño

Ellatinoonline.com