Algo hecho a mano, una prenda de aspecto antiguo y un estampado tribal. Estas tres piezas no deben faltar en el armario de hombre este verano 2016, un triangulo de tendencias a través del que el hombre mira a décadas pasadas y experimenta con nuevas maneras de vestir.
Así se ha podido ver en Pitti Uomo, la feria de moda masculina que se celebra dos veces al año en Florencia, y que ha mostrado como la producción en serie de firmas como Zara y H&M, han tenido un efecto rebote: la tendencia marca materiales poco lujosos -rafia y algodones poco tratados- y prendas imperfectas que incorporan arrugas y agujeros.
EL ARMARIO DEL MAÑANA MIRA HACIA ATRÁS
Desde las propuestas más jóvenes y experimentales, hasta las más tradicionales firmas de sastrería italiana, una capa de antigüedad ha cubierto la mayor parte de las propuestas que han acudido a la feria, en busca de los compradores que buscan el escaparate de tendencias de año que viene.
En las telas, se han dejado a un lado los acabados pulidos y aparecen las tramas de hilo que conforman el entramado del tejido, con un tacto que se vuelve rugoso y una apariencia desigual. También reaparecen materiales en desuso como la rafia o el cuero y el algodón gastados, que parece haber sufrido el uso de décadas.
La arruga casi nunca fue bella en el mundo de la moda, pero el gusto de esta temporada por lo antiguo la incorpora en tejidos artesanales y pocos tratados, poblados por pliegues, imperfecciones y acabados desiguales de conservadoras gabardinas, camisas de entretiempo y hasta pantalones de vestir.
Incluso las firmas especializadas en la más conservadora sastrería, incorporarán a sus propuestas de verano, telas de confección desigual y texturas mas rugosas y naturales.
Del pasado, también vuelve el tejido vaquero, en un abanico de propuestas que viajan desde el aspecto desgastado y agujereado para los más jóvenes hasta las textura más acabadas.
LUJO HECHO A MANO
En sintonía con esta mirada al pasado, la feria ha asistido a una explosión de propuestas de prendas que rechazan la producción masiva y están hechas a mano, una a una.
“En cada jersey y cada camiseta puedes apreciar las distintas tensiones que tiene cada tejedora”, ha explicado a Efe, Pedro Castellano, fundador de Knitbrary, una empresa de La Corúa (España) que trabaja con artesanos de Perú para elaborar jerséis, camisetas y vestidos de punto hechos con “baby alpaca” o vicuña.
Con una estética minimalista y “folk”, sus prendas están numeradas como si fuera obras de arte, e incorporan las pequeñas imperfecciones del proceso manual, en un maridaje que combina el lujo de materiales, con las técnicas artesanas más tradicionales.
Este gallego no es el único. Por la feria han desfilado accesorios hechos a mano con las mejores técnicas tradicionales y prendas donde la principal tendencia es la puntada desigual y la perfecta imperfección del proceso artesanal.
LA TRIBU ENTRA EN EL ARMARIO
Como complemento a estas dos tendencias, una constelación de vivos colores y alegres estampados procedentes de África ha llenado la feria de color y geometrías que han insuflado al conservador traje sastre, una bocanada de aire fresco y nuevas fronteras.
Estampados con dibujos rectilíneos y motivos naturales, realizados con técnicas centenarias como la cera perdida, han iluminado con vivos amarillo chillón, verde hiedra o azul turquesa, una serie de sinuosas chaquetas, esmóquines y gabardinas confeccionadas al mas puro estilo italiano.
Esta propuesta, presente desde hace varias temporadas en las pasarelas europeas, se ha materializado en los coloridos trajes de la firma Dent De Man, del creador inglés-marfileño Alexis Temomanin, que une en perfecto matrimonio, el basto legado de estampados africanos con el traje a medida italiano.
Los patrones, viajan del perfecto traje sastre, a prendas más experimentales, como amplios pantalones tableados, chaquetas de cuellos mao y siluetas de corte oriental.
Desde Sudáfrica, Laduma Ngxokolo y su firma Maxhosa by Laduma, reversiona la tendencia del hecho a mano, con prendas de punto estampadas con los juegos geométricos de cuentas y abalorios con que las tribus Masai elaboran joyas y adornos.
Estampados a todo color, el sudafricano ha mostrado un profundo ejercicio de modernidad en camisetas, pantalones y ponchos de punto, en los que intentado maridar tradición y vanguardia, con éxito.
Para alcanzar el verdadero éxito, el armario de verano deberá obedecer a estas este triángulo de tendencias, adaptándolo claro está, a su propio estilo.
Algo antiguo, algo hecho a mano y un estampado tribal deberá entrar en el armario de cada hombre, en sintonía con el resto de componentes. Porque como decía Coco Chanel: “Todo lo que es moda pasa de moda, el estilo jamás.”
EFE
Ellatinoonline.com