SAN DIEGO.- “Teníamos un hogar estable y fomentábamos la educación en mis hijas como una buena herramienta para asegurar su futuro. También inculcamos en ellas buenos modales y los valores que les permitieran ser responsables y útiles a la sociedad”, pero…”meses después llegaba la carta que negaría el estatus migratoria a mi esposa, que además ordenaba su deportación de este país por diez años”.

Esto lo afirmó en entrevista exclusiva con El Latino San Diego, el escritor Trino Sandoval autor de los libros como Cuando la Noche se nos Viene Encima y El Regreso del Colibrí, que abordan su experiencia personal y la que diariamente tiene con los migrantes de San Diego, en su función de Trabajador Social de la Oficina de Educación del Condado de San Diego.

Trino nació en el municipio de Aquila, Michoacán, México, y la muerte de su padre en el remoto Rancho La Abuela, obliga a este joven campesino de 13 años, a huir de su casa en busca de un cambio de destino.

Transformarlo en mensaje positivo

Y narra cómo sus amargas vivencias las busca transformar en mensajes positivos al impartir el taller: ¿Y en dónde quedó mi sueño?, con el que pretende, afirma, “fomentar la educación y motivar a los jóvenes a plantearse metas”, un taller que no sólo ha impartido en comunidades del condado de San Diego sino en otros países como Colombia, Canadá, México, Italia y Alemania.

“Como tantas personas indocumentadas llegue a este país con la ilusión de concretar el gran sueño americano. Con el enorme sacrificio que eso implicaba, se podría decir que lo logré a medias, pues después de varios años de trabajar en el campo, me di a la tarea de aprender inglés y obtener el título de trabajador social como profesión”.

En efecto, recordó como apenas rebasados los 15 años de edad trabajó como campesino indocumentado en la cosecha de la manzana en el estado de Washington.

Le costó el divorcio

Recordó el escritor que fue el proceso de legalización o de Amnistía Simpson-Rodino de 1984 el que le permitió obtener la residencia, pero con la tristeza que le produjo, transcurridas más de tres décadas, el divorcio de su primera esposa, quien no pudo frente a la soledad que le produjo lo que Sandoval llama: “La tragedia de las deportaciones”. “Cuando mi esposa me pidió el divorcio, me reprochó que nunca debí haberlas mandado a vivir solas a México, ni aunque fuera por poco tiempo y que no hice lo suficiente para contratar abogados que detuvieran la deportación y que mejor nos hubiéramos escondido en algún lugar de Estados Unidos, pese a tener que vivir muertos de miedo por los siguientes diez años, con tal de no experimentar esa separación familiar”, agregó.

Reforma migratoria, única alternativa, considera

Destacó frustrado que cuando tuvo la oportunidad de pedir respaldo al ex senador republicano por el estado de Washington, Doc Hastings, pero “lo que me respondió no resolvió absolutamente nada. Pensó mucho su respuesta y finalmente atinó a decirme que prometía llevar mi caso al Congreso de la nación para ser revisado; fue todo lo que dijo, y como todo buen político, se brincó a la siguiente pregunta”.

El entrevistado dijo que sólo la ex senadora María Cantwell, al menos respondió a una carta en la que afirma que no puede hacer nada para detener las deportaciones mientras no se apruebe una reforma migratoria.

Hoy Trino Sandoval, es padre de un bebé con su nueva esposa y labora, además de Trabajador Social para la oficina de Educación del Condado de San Diego y escritor, como conferencista motivacional, suele visitar a dos de sus tres hijas, de su primer matrimonio, en la ciudad de Tecate, pues la mayor, Joanna, quien estudia en Southwestern College, vive con él.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com