SAN DIEGO.- Este mes de noviembre, millones de hombres alrededor del mundo se están dejando crecer el bigote y la barba por una buena causa, para concientizar sobre cáncer de próstata.
Sin contar el cáncer de piel, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el cáncer de próstata es el más común en los hombres estadounidenses. La próstata, la cual se sitúa justo debajo de la vejiga y delante del recto, es una parte del aparato reproductor masculino.
Sobre las pruebas de detección, las cuales son tacto rectal y antígeno, la doctora Marilyn Ortuno Norton de Sharp Chula Vista, quien se especializa en parte en oncología, informó a El Latino San Diego que las recomendaciones han cambiado.
“Había antes muchas biopsias que no eran necesarias, ya que típicamente se encuentra el cáncer de próstata en adultos mayores”, dijo Norton.
“Las recomendaciones han cambiado aun cuando se espera este 2016 más de 160 mil nuevos casos”, agregó.
La doctora explicó que ahora se recomiendan las pruebas de detección a partir de los 40 años de edad, sólo en hombres en alto riesgo. Estos son, dijo, los afroamericanos y aquellos con historial familiar de cáncer de próstata y con familiares donde se dé el cáncer de mama a una edad muy joven.
Para aquellos no considerados de alto riesgo, Norton mencionó que las nuevas recomendaciones instan a los hombres mayores de 50 años visitar anualmente a su doctor primario para reevaluar sus riesgos.
“Lo importante aquí es conocer sus antecedentes médicos familiares y hablar con su doctor si es apropiado hacerse los exámenes”, resaltó.
El tratamiento de cáncer de próstata, dijo Norton, afecta de gran manera al hombre. Le afecta psicológicamente y por medio de cirugía y radiación se quitan las hormonas y la testosterona, lo cual puede causar impotencia y problemas con la orina.
Si llegará a regresar este cáncer, Norton reveló que pudiera ser terminal, pues se va a la crucial etapa 4 y a los huesos.
Algunos síntomas del cáncer de próstata son, según los CDC:
• Dificultad para comenzar a orinar.
• Flujo de orina débil o interrumpido.
• Micción frecuente, especialmente por la noche.
• Dificultad para vaciar la vejiga por completo.
• Dolor o ardor al orinar.
• Sangre en la orina o el semen.
• Dolor persistente en la espalda, las caderas o la pelvis.
• Dolor al eyacular.