SAN DIEGO.- Elegido de manera sorpresiva por los Chargers de San Diego, en la tercera posición global del Draft 2016, Joey Bosa, se convirtió rápidamente en la esperanza defensiva de San Diego para tener un buen arranque de campaña.
Todo parecía ir bien, sin embargo, previo al inicio del campamento de entrenamiento, el jugador de Ohio State decidió no firmar el contrato que le ofrecían los directivos del Equipo del Rayo, desatándose toda una novela de declaraciones entre el jugador y el General Manager Tom Telesco.
Así pasaron toda la pretemporada. Cuando parecía todo perdido, previo al último encuentro antes del inicio de la campaña, Bosa firmó y consiguió su contrato de 4 años. Sin embargo, la tardanza en el acuerdo ya aseguraba que no jugaría mínimo el primer partido de la temporada, aunado a una lesión cuando parecía que iba a debutar lo convirtió en el villano de la afición.
Tras 4 jornadas de derrotas dolorosas, donde la defensiva no supo aguantar ventajas de más de 17 puntos, el 99 debutó en la jornada 5 en la derrota de visita y contra el odiado rival los Raiders de Oakland, donde a pesar de solo participar en 27 jugadas, consiguió 5 tacleadas, 3 para pérdida de yardas y 2 capturas de mariscal de campo.
Esa fue la primera pincelada de talento, el reto venía en las 2 jornadas posteriores cuando enfrentara a Denver y Atlanta, teniendo un rendimiento formidable, siendo decisivo para evitar las remontadas del rival como había sido en las 3 derrotas consecutivas pasadas, ayudando al Equipo del Rayo a conseguir sus 2 primeras victorias consecutivas.
Bosa en 6 juegos ya tiene 4 capturas de mariscal, pero son su presión a la línea rival, su velocidad y agresividad, las razones por las que se ha ganado el respeto de sus rivales y el cariño de toda la fanaticada sandieguina, quienes ya lo ven como uno de sus jugadores favoritos, dejando atrás todos los problemas de inicio de temporada, convirtiéndose en uno de los novatos destacados de este 2016.
Ulises Breton
Ellatinoonline.com