La presidenta del Concilio Nacional de La Raza (NCLR), Janet Murguía, instó al presidente electo, Donald Trump, a “condenar la violencia y la intolerancia que se despliega en su nombre” y que afecta dramáticamente a millones de menores de edad latinos, emocional y familiarmente.
Murguía advirtió en conferencia en vivo que el 90 por ciento de los profesores vinculado con su organización “han testificado un impacto negativo en sus estudiantes y 80 por ciento de esos maestros han notado lo ansiosos que están los estudiantes”.
A menos de 48 horas de que Trump ganara la elección, el concilio consultó con más de 150 organizaciones comunitarias afiliadas y “lo que escuchamos de ellos nos impactó profundamente”, explicó la dirigente.
“Virtualmente todas las organizaciones reportaron el devastador resultado de la elección, del tono y la retórica en los niños; reportaron incontables incidentes de hostigamiento, bullying generalizado, y, más trágico, que muchos estudiantes contemplaran terminar su vida”, advirtió Murguía. Dijo que las organizaciones también notaron un creciente temor de los niños acerca del futuro. “Los niño están profundamente preocupados por sus padres y otros miembros de su familia por su condición migratoria; temen que sus familias serán fragmentadas por las políticas de la próxima administración”, explicó, “temen que las severas declaraciones del candidato Trump vayan a ser las políticas del presidente Trump”.
El concilio lanzó una campaña de asistencia de salud mental y entrenamiento de profesores para mitigar las circunstancias en que viven ahora los niños, reveló Murguía, pero advirtió que se necesita mucho más, especialmente de parte del presidente elcto.
“Mientras que por un lado (Trump) ha dicho que quiere ser el presidente de todos los estadunidenses, hemos escuchado muy poco acerca de lo que se lleva a cabo en su nombre” en Estados Unidos, dijo.
Opinó que e necesita que el presidente electo “asegure o por lo menos se refiera a la ansiedad y el temor de tantas comunidades de las que ahora será presidente”.
Pidió directamente a Trump que “condene la violencia y el racismo que se despliega en su nombre, se acerque a las comunidades y repare el daño”.
Explicó que “no es justo dejar a nuestras comunidades en la obscuridad, en la incertidumbre; ser un niño estadunidense de padres indocumentados o ser un (joven) soñador y no saber sobre el futuro”. Como agrupaciones de derechos civiles, dijo, el concilio y otras organizaciones tienen que referirse a todos estos hechos “pero también extender una mano y decir que queremos trabajar juntos, si usted prometió, juró ser presidente para todos, queremos ayudarle a serlo” Murguía reflexionó que quizás el mandatario electo continúa una tendencia a emitir mensajes severos en redes sociales como una estrategia que le ha servido para ganar interés, pero exhortó al mandatario a que considere el impacto que sus mensajes tienen, especialmente en las comunidades infantil y de jóvenes. “No se trata nada más de una persona, es la presidencia, el papel más importante que teneos en este país”, resumió. La presidenta del Concilio Nacional de La Raza habló junto con otros dirigentes de derechos civiles en la conferencia “Derechos Civiles, racismo y Crímenes de odio”.
En la conferencia un reportero del Sistema de Televisión de Tokio y padre de dos niñas expresó su preocupación acerca de cómo podría hablar con ellas sobre lo que pasa en Estados Unidos.
Richard Cohen, el director del Centro Sureño Legal para la Pobreza, respondió que esa ha sido una tarea muy difícil incluso para muchos maestros que en el actual año escolar prefirieron no hablar con sus estudiantes sobre las elecciones porque no sabían qué decir.
Dijo que la dificultad fue por la cantidad de declaraciones pronunciadas que contradicen los valores que enseñan los maestros.
Manuel Ocaño