Organizaciones civiles urgen a los dreamers que se encuentran fuera del país a que regresen antes de que el presidente electo, Donald Trump, asuma la presidencia el 20 de enero, de preferencia con tiempo para sacar licencias de conducir si aún no las tienen.
Dos meses antes de ganar la elección, el presidente electo se comprometió a que si triunfaba en los comicios cancelaría desde el primer día de su mandato las órdenes ejecutivas del presidente saliente, Barack Obama, sobre Acción Diferida (DACA).
Si Trump lleva a cabo su promesa de campaña, los dreamers que se encuentran fuera del país, algunos de ellos en intercambio académico, podrían enfrentar dificultades para ingresar nuevamente.
“Lo que estamos recomendando a los dreamers es que concluyan todos sus viajes antes del 20 de enero, por si acaso hay cambios drásticos, porque no queremos exponerlos a situaciones en las que no los dejen reingresar al país”, dijo a El Latino la dirigente Angélica Salas, de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles.
Al mismo tiempo exhortan a ‘los dreamers’ que aún no han sacado licencias de conducir, especialmente en California, a que lo hagan lo antes posible, también de preferencia antes del 20 de enero.
El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de California ha otorgado casi 800 mil licencias de conducir a indocumentados, muchos de ellos jóvenes soñadores acogidos a DACA.
Sin embargo, el departamento desconoce si algunas iniciativas de leyes que ha propuesto la legislatura para proteger a los indocumentados, estarían aprobadas a tiempo, antes de que la administración Trump pudiera oponerse a las licencias para migrantes.
Entre tanto “estamos consultando con nuestros abogados todas nuestras posibilidades”, dijo el presidente del senado estatal, Kevin de León.
Una de esas posibilidades es otra propuesta de ley que de aprobarse protegerá la información de los dreamers antes de que la administración Trump la empleara para ubicar y quizá tentativamente deportar a los jóvenes soñadores.
Y una propuesta más concedería fondos por parte del estado para pagar asesoría y defensa legal para prevenir y defender a soñadores, a menores de edad que llegaron al país sin compañía de adultos para solicitar asilo en los últimos años, y a los refugiados de países como Siria y Honduras.
La ciudad de Los Ángeles ya se adelantó a formar un Fondo de Justicia de Los Ángeles que invertirá de inmediato diez millones de dólares para defender a los indocumentados, entre ellos a los soñadores.
El alcalde Eric Garcetti dijo que el fondo servirá “para proteger a los más vulnerables en nuestra comunidad”, pero advirtió que la ayuda no será para los indocumentados con antecedentes penales.
El proyecto del Fondo de Justicia de Los Ángeles financiará a grupos civiles que habitualmente ayudan a los indocumentados y pagará en algunos casos abogados si se requieren.
Angélica Salas explicó que aunque el fondo esté disponible antes del 20 de enero, “lo ideal es que para entonces los dreamers que hoy están fuera del país regresen, así prevenimos cualquier complicación”.
En San Diego una coalición de dirigentes de diversas creencias religiosas pidió al alcalde Kevin Faulconer que tome pasos para proteger a los inmigrantes indocumentados.
El alcalde, quien se ha distanciado de la política de Trump sobre comercio y la frontera, no ha respondido a esa petición presentada a inicios de diciembre.
La coalición entregó al alcalde una carta que dice:
“Nos ha preocupado profundamente la retórica a menudo odiosa de la reciente campaña presidencial. Las amenazas de deportación masiva, las referencias despectivas a las mujeres, las falsas generalizaciones con respecto a los musulmanes, los comentarios despectivos sobre las personas de herencia mexicana y los desafíos a la aceptación de las personas gay han dejado a millones de vecinos temerosos por su futuro en este país”.
Manuel Ocaño