CIUDAD DE MEXICO.- Mientras la mayor parte de la población mexicana ha reaccionado con enojo ante el aumento del 20% en el precio de la gasolina y los incrementos en otros productos y servicios, que ello desencadenará, el presidente Enrique Peña Nieto respondió con cambios en el gabinete, uno especial sorprendente.

Y es que se trata del regreso de Luis Videgaray, a quien había solicitado la renuncia como Secretario de Hacienda y Credito Público, y al que muchos expertos hacen responsable del llamado ‘gasolinazo’ por su errática conducción en esa dependencia.

Pero lo sorprendente en si no es no el retorno de Videgaray, sino su reconocimiento directo de que “vengo a aprender” en la secretaría más sensible e importante para las relaciones entre Estados Unidos y México, precisamente será el nuevo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Pero no lo es tanto si se recuerda que fue él quien invitó a México a Donald Trump, en su visita de principios de septiembre de este año, y sobre quien el presidente electo estadounidense virtió elogios.

Varios expertos y algunos influyentes diarios como el New York ya han anticipado que el gobierno de Peña Nieto busca “tender puentes” pero la amenaza de Trump es que construiría muros entre los dos países que comparten una frontera común.

Otro hecho que hay que tener muy presente es que inicialmente los reporteros de ‘la fuente’ informativa de la SRE anticiparon un supuesto enojo de la ahora ex canciller Claudia Ruíz Massieu (quien deja el cargo) al enterarse de la visita de Trump al país azteca, pero particularmente porque “no se le hubiera avisado”.

Y un enroque disfrazado, pues como es del dominio público José Antonio Meade Kuribeña, quien inició en la administración federal como titular de la SRA, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la dependencia encargada de llevar a cabo la política económica del país.

Un hecho, es que, como es lógico, Meade Kuribeña sigue ‘defendiendo’ el aumento del ‘gasolinazo’, que origina la cascada: el transporte, el gas doméstico, la luz, etcétera, etcétera, incluido el descomunal incremento en la cotización peso-dólar, que este miércoles 4 de enero superaba los 21 pesos frente a la divisa verde.

Sin embargo, en contraste, en un reciente reporte del Banco de México, (gobernado por Agustin Cartens, y quien ya se alista para una nueva posición en un conocido banco internacional), se afirma que la decisión, calificada por Peña Nieto como “dolorosa pero necesaria”, si redundaría en mayor inflación (es decir, que la institución reconoce la escalada de precios).

Sólo en este complejo contexto por el que atraviesa la política y la economía y el descontento social de la sociedad mexicana, se podría entender, con un sentido común simple y llano, esta nueva decisión: y es que no hay vuelta de hoja, Donald Trump será el presidente del vecino y la nación más poderosa del mundo, y Peña Nieto buscaría un interlocutor, que sería su amigo Videgaray, que lo favoreciera en esta desventajosa relación.

Parecería de sobra, a estas alturas del partido, especular si la candidata electa hubiera sido la demócrata Hillary Clinton, si la historia hubiese cambiado y Claudia Ruiz Massieu continuaría en la sede diplomática que ahora tiene que abandonar para dar alquiler al supuesto amigo de Trump.

Pero lo único que salta a la vista es que el cambio vino justo cuando la sucursal estadounidense Ford, proyectada para arrancar en el estado mexicano de San Luis Potosí en 2017 y que generaría 900 nuevos empleos con una inversión con 1600 millones de dólares, decide abandonar el país azteca para asentarse en el estado de Michigan.

De inmediato vino a la mente de los expertos en economía la advertencia de Donald Trump de que castigaría fuertemente, con el establecimiento de altas de impuestos a quien decidiera invertir fuera de su país, y el hecho, que al igual que el magnate empresarial presumió en su cuenta de tweeter que la renuncia de Luis Videgaray de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se debió a su vista a México, agradeció a los directivos de esta compañía haber reconsiderado su decisión.