El activista Hugo Castro de Ángeles de la Frontera fue trasladado este domingo de un hospital en el Estado de México a otro en San Diego donde es atendido por lesiones que sufrió durante un interrumpido viaje a Chiapas, informó el director de la organización, Enrique Morones.

“Su estado es delicado y creemos que le va a tomar algún tiempo recurarse, pero lo bueno es que fue localizado con vida y ya se encuentra en San Diego donde lo atienden médicos estadunidenses”, dijo Morones.

Autoridades federales mexicanas localizaron a Castro en una calle en Tlanepantla en el Estado de México notablemente golpeado.

Por su condición el activista estadunidense encargado de refugios y apoyo a deportados y refugiados en Tijuana no ha podido informar qué fue lo que le ocurrió.

Esto es lo que se sabe:

Castro partió de Tijuana rumbo a la frontera con Guatemala en un vehículo el 9 de abril. Planeaba llegar a Chispas y regresar junto con una caravana hasta Tijuana, junto con organizaciones defensoras de inmigrantes.

El día 13 divulgó un video en vivo desde los límites de la Ciudad de México y el Estado de México. Se encontraba solo y agitado sobre la carretera de cuota rumbo a Puebla.

En el video explicó que el vehículo en que viajaba desde Tijuana sufrió una avería, que quiso pagar una compostura con dólares pero no se los aceptaron y que era seguido a distancia por unos 15 desconocidos, quienes posiblemente se enteraron que llevaba dólares.

Un par de días después un taxista no identificado informó que lo había llevado hasta una estación del metro al norte de la Ciudad de México. Pero luego volvió sus familiares perdieron contacto nuevamente con él.

El 18 de abril la Procuraduría Especializada de la PGR para Personas Desaparecidas informó a Ángeles de la Frontera y a la esposa de Castro, Gabriela Cortés, que gracias a una llamada telefónica anónima, Hugo Castro había sido localizado sobre una calle en Tlanepantla.

Su esposa reportó en redes sociales que “fue encontrado con vida” pero que “ahora todo depende de ese guerrero” para sobrevivir.

Un activista afromexicano, Wilmer Metelus, quien se encontraba entre los primeros que se presentaron al hospital en el Estado de México reportó a la organización en San Diego que “fue un milagro que haya sobrevivido”.

Morones de Ángeles de la Frontera intercedió para que el activista fuera trasladado a San Diego y a la esposa de Castro se otorgara una visa humanitaria para que pueda cruzar de Tijuana a San Diego a ver a su esposo. El matrimonio tiene un hijo de dos años de edad con la doble nacionalidad.

“Lo importante es que Hugo se recupere. Ya después vamos a averiguar qué fue lo que le sucedió”, dijo Morones.

Hace mes y medio Castro había confrontado a la organización de “taxis amarillos” de Tijuana porque cobraban a refugiados en la ciudad con tarifas de turistas.

Los taxistas amenazaron de muerte al activista en llamadas telefónicas, según denunció en ese momento Castro.

Las amenazas fueron publicadas en algunos medios locales.

Morones dijo que solo hasta que Castro se recupere su organización sabrá qué fue lo que le ocurrió.

Manuel Ocaño

Ellatinoonline.com