Mientras que el presidente Donald Trump urge a la mayoría republicana en el congreso a desmantelar y sustituir la reforma de salud, en California avanza una propuesta que podría convertir al estado en el primero en el país con un programa propio de Salud para todos los residentes.
La propuesta, de los senadores Toni Atkins de San Diego y Ricardo Lara de Los Ángeles, fue aprobada esta semana en el senado y pasó a la asamblea o cámara y luego al gobernador Jerry Brown.
Lara dijo que la propuesta es la de pago individual en California, donde cada residente con empleo pague una cuota para que el estado proporcione un sistema de salud universal.
No hay antecedentes de ese sistema en Estados Unidos pero el modelo de Lara y Atkins, “Acta de California Saludable”, se parece al de Canadá, donde todas las personas tienen servicios universales de salud.
La propuesta cuenta con el apoyo de los sindicatos de enfermeras de California y de Estados Unidos.
Roseann DeMoro, la presidenta de las enfermeras de California, opinó que la iniciativa puede terminar “con la pesadilla de millones de familias en California que pueden quedar sin servicios de salud” por los cambios que propone el presidente Trump.
Según un cálculo del congreso, hasta 22 millones de personas en todo el país y por lo menos dos millones en California perderían servicios si la bancada republicana consigue imponer los cambios que exige el presidente.
Lara argumenta que California gasta una fortuna, 367 mil millones de dólares, en atender a personas que carecen de seguro de salud.
Su argumento coincide con el de las enfermeras de California acerca de que un seguro para todos los residentes es fiscalmente responsable.
El único potencial obstáculo para la propuesta es que, de implementarse, tendría que utilizar fondos del gobierno federal para servicios de Salud, y la administración Trump puede obstaculizar ese presupuesto.
Manuel Ocaño
Ellatinoonline.com
