El Obispo Robert McEroy durante la conferencia previa al acto masivo efectuado en Jenny Craig de la Universidad de San Diego. Foto: Horacio Rentería/El Latino San Diego.

SAN DIEGO.- En un acto que no tiene precedente, el Obispo Robert McElroy y alrededor de 2,500 empleados de la Diócesis de San Diego, pidieron perdón por los abusos sexuales cometidos en perjuicio de niños (as) y adolescentes por sacerdotes y jerarcas de la Iglesia de la Curia Romana y los cuales datan, en su mayoría, de hace más de dos décadas.

El acto de desagravio se realizó el marts 13 de agosto en el Jenny Craig Pavilion de San Diego University (Universidad de San Diego).

McElroy recordó que por instrucciones del Papa Francisco y con base a un documento-compromiso Se “en mayo de este año, el Papa Francisco ordenó una transformación en la forma en que la Iglesia Católica responda al abuso sexual de niños”.

Dijo ante los periodistas que un evento histórico, pues reunió en un mismo lugar a los empleados de la Diócesis en un mismo propósito, de alta prioridad y de cumplimiento con la ley.

“Por primera vez, el obispo de San Diego, Robert W. McElroy, (reunió )a todos los sacerdotes, maestros y personal administrativo para llamarlos a confrontar el abuso sexual de niños en cualquier lugar donde ocurre, no sólo en la Iglesia”, se indicó en un reporte de prensa.

Al evento se invitó a la Fiscal de Distrito de San Diego, Summer Stephan, lo que dio al evento no sólo un acto de formalidad, sino en cumplimiento a una obligación legal y moral con la sociedad.

En este sentido se precisó que ante ello, el obispo McElroy convocó a esta reunión obligatoria en respuesta a dicho desafío”.

Más allá de la sospecha

Un dato significativo que enmarca  los empleados diocesanos escucharán acerca de los pasos que la diócesis está tomando para proteger a los niños y jóvenes, y sobre las responsabilidades morales y legales compartidas por todos los empleados de la diócesis, para reportar sospechas de abuso infantil.

Reconoció el jefe de la Diócesis de San San Diego que desde el 2002, la Iglesia Católica no sólo ha aceptado que se cometieron estos pecados capitales en perjuicio de víctimas inocentes, sino que ha estado trabajando con minuciosidad y revisando antecedentes de posibles sospechosos, e interactuando con las víctimas y sus familias.

La mayor afrenta para las víctimas de abuso sexual

La mayor afrenta, agregó, la han sufrido las víctimas, sus familias y  la sociedad por el daño causado en los casos de abuso sexual,.

“En nuestros días, la tolerancia y la participación de la Iglesia en los patrones de abuso sexual de menores por parte de clérigos constituyen el pecado más grave en la vida de la Iglesia; un pecado que debemos reconocer, comprender y erradicar”, fueron declaraciones que con anticipación se atribuyeron al Obispo de San Diego y con la Diócesis local; asume la instrucción del Papa Francisco.

Aunque son incontables los casos de denuncias por abusos sexuales ocurridos en el país, destaca la integración, en 2008, de un gran jurado en el estado de Pensilvania, que concluyó que más de un centenar de sacerdotes (y en algunos casos cardenales), habrían abusado de al menos 1,000 niños.

En San Diego, se contabilizan más de 50 casos de sospecha o confirmación de abuso sexual por parte de eclesiásticos y de ellos más de 40 sacerdotes fueron identificados conforme a un acuerdo firmado en 2007 que obligó a la Diócesis al pago de $200 millones, como compensación a las víctimas.

Asimismo, trascendió que el Fiscal General de California, Xavier Becerra, investiga a 12 diócesis católicas en las que se han reportado casos de abuso infantil por sacerdotes, pero entre ellas no se encuentra la de San Diego.