SAN YSIDRO.- Nueve décadas y media tuvieron que pasar para que la comunidad de San Ysidro llegara a la culminación de un sueño largamente acariciado: Contar con una Biblioteca Pública que dispusiera de mayor espacio, modernidad y confort, en comparación con el pequeño espacio construido en 1924 y hoy es un monumento histórico de la comunidad.
Y fue Adolfo Ocampo, el Bibliotecario Gerente de la nueva biblioteca pública, quien destacó que con una inversión de alrededor de $13.5 millones y asentada en el predio de 15 mil pies cuadrados, casi cuatriplica los 4,080 pies cuadrados de la vieja biblioteca.
Naturalmente, explicó, los usuarios se encontraban sumamente apretados y no disponían de cajones de estacionamiento y ahora se disponen de 66 espacios de estacionamiento, incluidos los espacios para personas con discapacidad.
Ocampo, quien ha trabajado para el sistema de bibliotecas de San Diego por 30 años, precisó que en términos comparativos, solamente el edificio de la nueva biblioteca localizada en el 4325 de Beyer Boulevard, es de 15,000 pies cuadrados y el lote, incluyendo el estacionamiento y todo el espacio es de 1.7 acres.
La nueva biblioteca que abrirá oficialmente sus puertas al público el sábado 7 de septiembre, cuenta entre otras cosas, explicó, el entrevistado, con un salón comunitario, donde se incluye una área especial área para cine y una gran pantalla, que fue una de las peticiones que hicieron los miembros de la comunidad y que se incorporó en el proyecto.
Resaltó asimismo que cuenta con áreas específicas para niños, adolescentes y adultos y de computadoras y anticipó que la misma puede ser visitada por personas de otras comunidades, incluido de la ciudad de Tijuana, al encontrarse en una región binacional.
Scott Robinson, Oficial de Información Pública de la Ciudad de San Diego, destacó por su parte que en el tiempo de su fundación y operación había en San Ysidro 3, 000 habitantes, una cantidad de población incomparable frente a los cerca de 54,000 habitantes que hay actualmente en San Ysidro.
El funcionario agregó que en este caso fue la comunidad de San Ysidro que ayudó a elegir, mediante una consulta pública, el concepto de diseño arquitectónico de la biblioteca, escogiendo entre tres modelos que se le presentaron, y la visión arquitectónica que finalmente fue seleccionada por la ciudad de San Diego fue del equipo de empresa de diseño arquitectónico y construcción de Turner Construction y SVA Architects.
Consideró Robinson asimismo que lo importante es que es adecuada a las necesidades de sus habitantes pues no sólo es una biblioteca sino que ahora “es casi un centro comunitario” que les resuelve las principales necesidades y el requerimiento era escuchar directamente de la comunidad para escuchar los deseos y propuestas y que ellos las incorporaran”.