El abogado presenta el video

La madre de un joven inmigrante que murió a manos de una veintena de oficiales del alguacil de San Diego demandó a esa agencia por uso excesivo de la fuerza.

El caso se basa en un video de la cámara de uno de los propios oficiales que demuestra que el joven Marco Antonio Nápoles Rosales, de 28 años de edad, recibió reiteradas descargas inmovilizantes con “taser”, esposado a la espalda con rodillas oficiales al cuello y encima de su tórax, con un artefacto para impedir que moviera la cabeza y otro para no dejar que moviera las piernas.

De acuerdo con el video presentado en conferencia en el consulado de México en San Diego, el joven que era peluquero en la ciudad de El Monte, California, y se hacía cargo económicamente de su mamá en Tijuana, murió después de más de media hora de castigo que le aplicaron al menos 15 oficiales directamente, mientras otros apoyaban la situación.

El video sin editar deja ver que incluso cuando el joven comienza a perder el sentido, esposado, inmovilizado, los agentes siguen el castigo e impiden que unos paramédicos ayudaran Nápoles.

Los paramédicos solo pudieron atener el cuerpo ya sin vida dentro de una ambulancia.

Los hechos ocurrieron el 17 de agosto del 2018 y la procuraduría de distrito exoneró a los oficiales, e incluso argumentó que el joven estaría bajo influencia de alcohol o drogas.

Pero ahora la madre del joven, la señora Dolores Rosales, presentó una demanda federal con el apoyo del consulado de México por uso excesivo de la fuerza.

El abogado de la señora, Jesús Eduardo Arias, informó en conferencia que ese día se descompuso en la carretera el vehículo en que Nápoles regresaba de Tijuana a El Monte, y el joven caminó a una estación gasolinera donde quería esperar, porque era un sitio iluminado, mientras llegaban a ayudarlo.

La empleada de la gasolinera informó a las autoridades que el joven había informado que permanecería junto a la entraba.

Inesperadamente, el oficial de quien se tomó el video, llegó y trató a Nájera como si fuera delincuente y le ordenó que se fuera, pero el joven sin celular y sin auto insistió en permaneceré en el lugar iluminado.

Nájera, quien carecía de antecedentes criminales y a quien su madre calificó como “su bebé” y su “hijo amado”, fue sometido directamente por unos 15 de 20 alguaciles que llegaron como refuerzo porque el joven quería permanecer en las inmediaciones de la gasolinera en Temecula.

El cónsul de México en San Diego, embajador Carlos González Gutiérrez, dijo que el abogado que representa el caso es asesor regular del consulado y que ha pedido la participación de la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) en la averiguación. Manuel Ocaño