Durante las restricciones, CBP no admite personas con visa de visitante y ha cerrado cerca de la mitad de las puertas de entrada por San Ysidro, lo que provoca largas filas para cruzar. Foto de Manuel Ocaño.

La administración del presidente Donald Trump se preparaba esta semana para ampliar restricciones a cruces fronterizos no esenciales, o que son por motivos de turismo, visitas familiares o a hacer compras.

Las restricciones iniciaron el 20 de marzo para prevenir esparcimiento del Covid 19 y fueron ampliadas por primera vez del 20 de abril al 20 de mayo. Pero el martes 19 el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció que las restricciones seguirán en la frontera con Canadá un mes más, hasta el 21 de junio.

México acordó con Estados Unidos las restricciones fronterizas uno o dos días después del acuerdo estadunidense con Canadá, tanto el 20 de marzo como el 20 de abril.

Al cierre de esta edición de El Latino se esperaba que los gobiernos de Estados Unidos y México confirmaran el acuerdo de continuar las restricciones hasta el 21 de junio.

Las restricciones son básicamente para las personas que portan visa láser –identificación de residente de la frontera mexicana—y visa de turismo o visitante.

Los ciudadanos estadunidenses y los residentes legales que viven en Baja California pueden cruzar sin restricci0nes.

El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, dijo en vídeo la semana pasada a los estadunidenses que viven en territorio mexicano que las restricciones estaban acordadas para terminar el 21 de mayo pero pidió que “estén atentos a cambios” a esa disposición.

El diplomático dijo que los cambios se anunciarían en las páginas de internet de la embajada estadunidense y de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Por su parte el secretario interino de Seguridad, Chad Wolfe, dijo que “es probable que busquemos expandir esas restricciones, ya que el país sigue siendo un enfoque de apertura gradual, estado por estado, gobernador por gobernador”.

El paso peatonal El Chaparral fue cerrado en el marco de las restricciones fronterizas y la garita de Otay, que operaba las 24 horas del día, ahora cierra de las 10 de la noche a las 6 de la mañana.

Pero las restricciones también impactan a estadunidenses y residentes legales que cruzan la frontera y que se quejan de que llegan a esperar hasta diez horas para cruzar de Tijuana a San Ysidro.

CBP cerró cerca de la mitad de las puertas de entrada en la garita de San Ysidro.

El Latino preguntó a CBP sobre las tardanzas para cruzar la frontera y la agencia respondió oficialmente que “en las últimas semanas hemos visto un incremento de cruces de ciudadano estadunidenses y residentes legales”.

Se le preguntó que si registraban ese aumento, por qué no abrían más puertas. Pero hasta el cierre de esta edición CBP seguía sin responder.

El comercio, sobre todo en San Ysidro, ha sido perjudicado por la pandemia y por las restricciones fronterizas.

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro, Jason Wells, calcula que cerca de nueve de cada diez clientes son mexicanos que cruzan con visa la frontera expresamente a hacer compras.

Sin esos clientes y con cerca del 80 por ciento de los negocios de San Ysidro que siguen cerrados, el representante calcula un desempleo de cerca de seis mil personas.

Solo algunos negocios de alimentos y restaurantes siguen abiertos, pero la venta de comida es solo para llevar.