Todas las agencias del orden en el condado renuncian al método de ahorcamiento que mató a Floyd
En el condado de San Diego desde ahora ninguna agencia del orden empleará la técnica de controlar sospechosos por ahorcamiento, como la que emplearon policías de Minneapolis al matar a George Floyd.
Después de la forma en que murió en afroamericano de 46 años de edad a manos de policías que le impidieron respirar e interrumpieron que le circulara la sangre, en San Diego todas las corporaciones policiacas anunciaron que renuncian a esa técnica de control.
“Vemos el dolor que tanta gente expresa por la trágica muerte de George Floyd y estamos comprometidos a tomar nuevas medidas para asegurarnos de que algo así no suceda en San Diego”, dijo el alcalde Kevin Faulconer.
Horas después el jefe de policía de San Diego, David Nisleit, anunció que su corporación dejará de aplicar la técnica de sujeción del cuello carotídeo.
Un poco más tarde el alguacil Bill Gore también anunció que su agencia suspende a lo inmediato el control de sospechosos mediante ahorcamiento.
Luego siguieron otros departamentos. El alcalde Faulconer dijo en su cuenta de Twitter que “en cosa de horas, varias ciudades –La Mesa, Coronado, Oceanside—han anunciado que terminan con la restricción carotídea. Nos movemos como una sola región.
En el resto de la semana, todos los restantes departamentos de policía en el condado de San Diego se sumaron a la misma prohibición e controlar a sospechosos mediante esa forma para someter.
La técnica carotídea consiste en aplicar presión a uno de los lados del cuello para hacer que la persona sospechosa pierda el conocimiento, pero en videos en los últimos años esa técnica ha demostrado ser fatal para personas que la mayoría de las veces ni habían cometido delitos o sus faltas eran más bien administrativas, pero terminan sin vida.
En una carta, la alcaldesa Alejandra Sotelo Solís, de National City, declaró sentirse “orgullosa de mi jefe de policía y oficiales porque como ya no usaremos este tipo de técnicas podemos mejorar nuestras relaciones y confianza con la comunidad a la que servimos”.
Estela de los Ríos, una activista de El Cajón que durante décadas ha sido vínculo de las comunidades latinas con las afroamericanas e inmigrante africana en San Diego, expresó dudas sobre la decisión de las corporaciones policiacas.
”Vamos a ver”, dijo De los Ríos a El Latino, “porque lo que se necesita es que las agencias del orden terminen con la mentalidad de prejuicios, que es por lo que creen que los afroamericanos y los latinos somos sospechosos simplemente porque no somos blancos”.
Aceptó que renunciar a la técnica de control por ahorcamiento es buen paso, pero dijo que es un paso pequeño si para los policías y alguaciles parten de considerar que los residentes negros y latinos en el condado son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.
“Tenemos que reconocer que una injusticia contra uno de nosotros es una injusticia contra todos, independientemente del grupo étnico que seamos”, dijo De los Ríos.