Tu piel, al igual que tu cuerpo y apariencia, cambia con los años. La elasticidad, el color y la capacidad de las células para regenerarse son algunos de los aspectos de la piel que cambian con el tiempo y necesitan distintos tipos de cuidados.

La apariencia y condición general de tu piel dependen de cómo la cuides. Conoce las características y los problemas más comunes de la piel en las distintas décadas de la vida y cómo puedes ayudar a que tu piel se vea radiante.

Tu piel a los 20

Qué le pasa: en esta etapa puede que tu piel todavía mantenga algunos síntomas de acné de la adolescencia. La apariencia de la piel es firme y de un tono uniforme, gracias a un proceso de regeneración celular rápido. Pero si ha sido expuesta al sol en exceso, pueden aparecer las primeras arrugas y señales de decoloración cuando vas llegando a los 30.

Cómo cuidarla: la prevención es tu primera defensa. Mantén tu piel limpia e hidratada para evitar la sequedad y las manchas. Limpia y humecta tu rostro en la mañana y en la noche, aplicando una crema como POND’S® crema S. Cuando salgas al sol aplícate una crema con protector solar.

Tu piel a los 30

Qué le pasa: la piel comienza a mostrar los primeros reflejos de madurez, como la pérdida de elasticidad y las arrugas. Este cambio se debe a que la piel produce menos elastina y colágeno, sustancias que le dan elasticidad y firmeza, respectivamente. También es posible que empieces a notar manchas y arrugas en la piel si es que pasaste mucho tiempo bajo el sol sin la protección adecuada.

Cómo cuidarla: la hidratación es esencial para que tu piel recupere elasticidad y firmeza. Continúa implementando la rutina de limpieza y humectación dos veces al día, sobre todo en la zona alrededor de los ojos y durante la noche. Exfolia tu piel al menos tres veces a la semana para eliminar las células muertas. Adopta un buen estilo de vida: duerme un promedio de 8 horas por día para ayudar a que tu piel se oxigene y bebe al menos 8 vasos de agua diarios.

Tu piel a los 40 o más

Qué le pasa: en esta década comienzas a pasar por transformaciones hormonales que afectan tu piel en forma de acné y resequedad. Además, por la falta de elastina y colágeno en la piel ciertas partes del rostro tienden a verse menos firmes y las arrugas se notan más alrededor de los ojos, los labios y el cuello. Con el paso del tiempo, las células de la piel pierden la habilidad de regenerarse por sí solas y las capas de la piel se vuelven más delgadas.

Cómo cuidarla: intensificar la hidratación y exfoliación es clave en esta etapa, para ayudar a combatir las muestras de la vejez. Mantén una rutina de limpieza y humectación dos veces al día, en la mañana y en la noche, usando una crema que contenga lacto-nutrientes y colágeno, como POND’S® rejuveness. También usa cada día de por medio una crema exfoliante suave y que no irrite tu piel, para eliminar las células muertas de la piel que contribuyen a la formación de las arrugas. Además de continuar bebiendo al menos 8 vasos de agua por día, evita las bebidas con cafeína —que absorbe la humedad de la piel— y agrega más frutas y verduras a cada comida, tu piel necesita esa dosis extra de vitaminas y minerales.