WASHINGTON (AP) — El presidente Barack Obama retó a legisladores republicanos para acelerar la aprobación de un presupuesto que ponga fin al déficit económico.
Obama advirtió el lunes pasado que no habrá acuerdo para elevar el límite de la deuda gubernamental si los republicanos no aceptan tener una negociación, y amenazó con no firmar ninguna extensión temporal.
El mandatario insistió a los legisladores tener una negociación para lograr un recorte de cuatro billones de dólares al déficit en la próxima década, lo cual encontró la negativa de los republicanos ante un posible aumento de impuestos.
Lo anterior pone en la cuerda floja las difíciles negociaciones en momentos en que se acerca el vencimiento del plazo de pagos el próximo 2 de agosto.
«No veo ningún acuerdo si ellos no ceden. Punto», afirmó el mandatario en un desafío a sus rivales políticos. “No firmaré una extensión para 30, 60 ó 90 días».
El mandatario arremetido, «Esto es Estados Unidos de América. Y no conducimos el gobierno con incrementos trimestrales», apuntó mientras se agota el tiempo para evitar que Estados Unidos caiga a principios de agosto en incumplimiento de pagos por primera vez, con graves secuelas para la economía nacional y los mercados mundiales.
El presidente Obama dijo que falta de un acuerdo generaría otra recesión y habría más estadounidenses en desempleo, y describió un escenario catastrófico si continúa el estancamiento y el Congreso no actúa.
«Si no ahora, ¿cuándo?», preguntó Obama antes de reunirse con dirigentes legislativos en la Casa Blanca, en un encuentro que duró 90 minutos y culminó sin señales de avance.
Obama también hizo un llamado a legisladores demócratas para resolver la situación y evitar desplome económico de la nación. Dijo que no hacer nada tampoco es sostenible.
El presidente expresó que el plan de pensiones Seguridad Social y los programas de asistencia médica a ancianos y bajos recursos de Medicare y Medicaid tienen que fortalecerse a largo plazo.
Un potencial acuerdo —un paquete de recortes al gasto y aumentos fiscales que podría sumar al menos dos billones de dólares en una década— es considerado necesario para que el Congreso eleve el tope de deuda nacional de 14,3 billones de dólares y evitar la mora.
El mandatario censuró a los políticos que consideran innecesario incrementar el límite máximo del endeudamiento.
Obama reconoció que el líder republicano Boehner, que dio señales de apoyar un acuerdo enfrenta una negativa de su partido, y propuso que los republicanos asuman el riesgo político, como él lo está haciendo.
«Yo he dicho que he hecho hasta lo imposible» a fin de trabajar con los republicanos.
Algunos legisladores tienen la intención de regresar a la Casa Blanca la tarde del martes para continuar las discusiones. Obama ha ofrecido encuentros diarios hasta la aprovación de un acuerdo y se ha negado incluso a abordar la idea de un plan secundario en caso de que persistan las diferencias.
En el debate no solamente está en juego la economía estadounidense, sino también el futuro político de Obama, y de legisladores, en las elecciones del año próximo por la Casa Blanca y el Congreso.