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Sensación de malestar persistente, insatisfacción, conductas exageradas, tristeza duradera, sentimientos de soledad, conflictos de pareja, desorientación vital, sensación de vacío… Son algunas señales que nos indican que puede sernos útil la ayuda y el acompañamiento de un profesional de la salud mental.

“Podemos acudir a un psicólogo siempre que deseemos potenciar nuestras habilidades y recursos personales. No es necesario tener un problema específico para acudir a un profesional”, según la psicóloga Laura García Agustín.

El malestar puede aliviarse en poco tiempo, como demuestra un reciente estudio del centro de psicología Álava Reyes, según el cual la mayor parte de los pacientes que acuden al psicólogo tardan alrededor de seis meses en “superar el sufrimiento inútil” y en recuperar emocionalmente el control de sus vidas.

Conviene solicitar ayuda profesional si “sentimos tristeza, apatía y falta de ilusión para emprender o desarrollar las cosas que antes hacíamos sin dificultad, pensamos que nuestra vida ya no tiene sentido, o ya no nos gusta lo que hacemos y nos cuesta encontrar algo positivo en nuestras vivencias”, según la directora del Centro Clave Salud.

Para la mayoría de la gente, acudir a la consulta del médico por algún desarreglo orgánico apenas, entraba una dificultad. Sin embargo, cuando las dificultades se manifiestan en el inquietante mundo de la mente y las emociones, muchas personas siguen mostrando dudas, reticencias o postergaciones a la hora de buscar la ayuda o asesoramiento de un psicólogo clínico.

Por qué damos tantas vueltas a la hora de consultar a un conocedor de la mente, a pesar de que su ayuda nos permitiría salir con mas facilidad y rapidez de nuestros dolores del alma?.

¡Ello suele suceder porque asociamos el acudir a un psicólogo con reconocer que padecemos graves desordenes mentales, o porque nos resistimos a comunicar a un desconocido nuestros problemas mas intimos. También ocurre porque nos asusta mostrarnos tal cual somos, con nuestras sombras, frustraciones, obsesiones, complejos, inseguridades o debilidades, según la psicóloga clínica Laura García Agustín.

Algunas personas también suelen demorar o eludir la consulta psicológica debido a que no quieren poner en entredicho su fortaleza mental, sensatez o lucidez, o incluso debido, a que las palabras psicólogo y psiquiatra todavía se asocian a términos como el loquero o Medico de los locos, aunque estas distorsiones y prejuicios afortunadamente ya van desapareciendo.

Por estas y otras razones muchas personas postergan continuamente y muchas veces evitan el acudir con toda tranquilidad y confianza al psicólogo para que les ayude a hallar salidas y soluciones a sus conflictos y malestares.

Cuando una persona decide acudir a un psicólogo, lo hace generalmente tras un largo proceso de dudas y reflexión, señala la experta, que señala que los problemas mas habituales tratados en la consulta son los trastornos de ansiedad (fobias, angustia y obsesiones), las compulsiones, la depresión, el estrés, el estrés postraumático, los procesos de separación y divorcio y los problemas de relación interpersonal, pareja y sexualidad.

Según la directora de ClaveSalud, un psicólogo clínico es un experto del comportamiento humano. Su intervención se realiza con personas que se encuentran en un momento difícil de su vida o que se enfrentan a un problema que precisa del análisis y el asesoramiento de un especialista.

LOS TEMAS DE CONSULTA MAS HABITUALES.

• Cuando se siente tristeza, apatía y falta de ilusión para hacer las cosas que antes hacíamos y disfrutábamos sin dificultad.

• Cuando algo nos ronda la cabeza y no nos deja pensar con claridad ni desempeñar eficazmente nuestras rutinas

• Cuando nos sentimos citables por todo, perdemos el control frecuentemente

• Insomnio, dolores de cabeza, problemas digestivos, cardiovasculares y sexuales.

Demorarnos en recurrir puede agravar un problema que, tratado a tiempo, podría haberse resuelto fácilmente. En muchas ocasiones el malestar puede aliviarse en poco tiempo, como demuestra un reciente estudio español, según el cual la mayor parte de los pacientes que acuden al psicólogo tardan alrededor de seis meses en “superar el sufrimiento inútil” y en recuperar emocionalmente el control de sus vidas.