Una treintena de lĆderes religiosos y comunitarios protestaron hoy frente a las oficinas de Inmigración en Baltimore (Maryland) en contra de la inminente deportación de Josefina RodrĆguez Vega, quien, segĆŗn activistas, es una simple abuela de cuatro niƱos nacidos en EE.UU. y no una Ā«criminal peligrosaĀ».
RodrĆguez Vega, de origen mexicano, fue arrestada por conducir sin licencia y posteriormente trasladada el jueves pasado a la custodia de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Baltimore. Ahora, prĆ”cticamente agotados los recursos en los tribunales, afronta su inminente deportación a MĆ©xico.
Durante una vigilia y protesta frente a la sede de ICE, tanto familiares como activistas y lĆderes religiosos de la Iglesia St. Joseph en Hagerstown, a la que asiste RodrĆguez Vega, pidieron que se frene la orden de deportación en su contra.
«La gente de su iglesia, de su comunidad, y sus familiares estÔn muy decepcionados porque Josefina no es una criminal y lo mÔs que ha tenido en su expediente es alguna infracción menor de trÔfico. Claramente no representa un peligro ni para la sociedad ni para la seguridad nacional de EE.UU.», dijo a Efe Elizabeth Alec, activista del grupo CASA de Maryland, que organizó la protesta.
Ā«Josefina lleva seis aƱos en este paĆs y tiene fuertes lazos con la comunidad. Los de ICE negaron la solicitud de frenar la deportación, sin dar explicacionesĀ», se quejó la activista.
SegĆŗn Alec, RodrĆguez Vega, de 58 aƱos, vive desde hace seis aƱos en una zona rural en Hagerstown pero fue detenida y trasladada a un centro de detenciones en la costa de Maryland, alejada de su familia.
Ā«OjalĆ” las autoridades de ICE revalĆŗen la situación de Josefina, porque no merece ser deportadaĀ», enfatizó Alec, quien aseguró que, aunque el cese de la deportación no le darĆa a Josefina ningĆŗn estatus legal, Ā«al menos podrĆa quedarse acĆ” con toda su familiaĀ».
SegĆŗn el director ejecutivo de CASA de Maryland, Gustavo Torres, el caso de RodrĆguez Vega contradice los recientes compromisos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de enfocar sus operaciones policiales en los inmigrantes indocumentados que sĆ representan una amenaza para la seguridad nacional.
Baltimore es una de las localidades seƱaladas para un programa piloto lanzado en agosto de 2011 que revisarĆa los casos en trĆ”mites de deportación y, si reunĆan los requisitos, algunos inmigrantes indocumentados incluso podĆan solicitar permisos de trabajo temporales.
Las autoridades de ICE aĆŗn no han divulgado datos sobre cuĆ”ntas personas se han beneficiado de ese programa piloto, que vencĆa la semana pasada.
Consultadas por Efe, las autoridades del DHS no quisieron comentar sobre el caso de RodrĆguez Vega ni precisaron cuĆ”ndo es que la inmigrante mexicana podrĆa ser expulsada de Estados Unidos.
«El caso de Josefina es un ejemplo clÔsico de alguien que no merece la deportación, que mÔs bien se le tienen que retirar los cargos. La gente tiene toda la razón del mundo de sentirse decepcionada porque terminarÔ siendo otro ejemplo de una promesa incumplida» por parte de la Administración Obama, puntualizó Alec.