SAN DIEGO.- Danna García es una actriz que proyecta su gran convicción y temperamento que caracteriza a la mujer latina de éxito.
Momentos antes de su participación en el almuerzo de Celebrando!, en conferencia de prensa refuerza esta convicción: “creo que nunca hay que perder ese vínculo familiar, pues si lo pierdes yo creo que nos desplomamos más; es un motor para que la máquina no pare”.
La versátil actriz nacida en Medellín, Colombia, se muestra a sus 34 años de edad, firme en que nada se consigue de manera fácil: “todo es difícil; hay que trabajar duro detrás de un sueño”.
De entrada, Danna, quien impresionó a la crítica con su excelente actuación en la telenovela colombiana: Café con Aroma de Mujer (1996), y lo refrendó con La Traicción (2008), La Revancha (2000) y Pasión de Gavilanes (2003), no se impresionó cuando un reportero le preguntó si aspiraba a conquistar Hollywood como ya lo hizo Salma Hayek.
“Ya estuve ahí”, atajó y “me quisieron poner en un traje sexi muy estereotipado. Hubo momentos que me costaron lágrimas y dudas: esa no soy yo, ¿qué quieres ser?”, me pregunté y la respuesta llegó: “ir tras un sueño real, hacer cine, ayudar a mi gente”.
La sensibilidad e información de la actriz en relación con temas sociales de trascendencia para la comunidad latina que radica en Estados Unidos se hizo notar cuando se refirió al motivo de su asistencia a Celebrando!: “por ser parte de una comunidad latina migrante tan pujante e importante (que refleja) los logros y sueños de las mujeres”.
La actriz, quien afirmó que su madre –con quien se identifica plenamente- es a sus 58 años de edad es el mejor ejemplo de la tenacidad y perseverancia en la mujer latina, definió que con frecuencia “sólo se ve ‘el brillo y no lo que hay detrás, el sueño que persigue; la mujer latina no se conforma, porque tiene necesidad de salir adelante; de ir más allá”, dijo.
Al descartarse ser ‘una estrella’ debido a la influencia que su nombre y su presencia como actriz ejerce sobre el público, y en particular en las familias latinas, expresó que a sus más de 30 años de edad se sigue viendo asimismo como “esa niña de clase media, que vive el día a día” con las mismas dificultades que los demás, muy apegada a los valores familiares y siempre tratando de desechar lo negativo para privilegiar lo positivo de las cosas.
Horacio Rentería
Ellatinoonline.com