Iniciar una rutina de ejercicio, o la reanudación de una después de un largo periodo, puede ser difícil, especialmente después de una lesión. La actividad física vigorosa es una necesidad para la salud cardiovascular y general. Pero los músculos y los tendones no se pueden ir desde 0 hasta 60 de la noche a la mañana. La buena condición es un proceso gradual.
De hecho, lo más importante a recordar es comenzar lentamente y aumentar gradualmente la intensidad y duración. Entrenamientos generalmente se dividen en tres categorías, en función del grado de impacto de carga – es decir, la cantidad de tensión que se aplica a las articulaciones que soportan peso (pies, tobillos, rodillas, caderas, espalda).
El mayor nivel de impacto incluye correr, deportes de raqueta y pelota y las artes marciales. El nivel moderado ofrece caminatas, senderismo y ejercicios aeróbicos de bajo impacto. Las actividades de bajo impacto son el ciclismo, trabajar en una bicicleta elíptica o natación. Esta es la categoría que se recomienda comenzar en un programa de ejercicios.
Si bien estas categorías ayudan a las personas a tomar decisiones adecuadas al reanudar una rutina de ejercicios, también destacan otro factor importante – el entrenamiento cruzado o simplemente alternando diferentes actividades. Un buen programa de entrenamiento cruzado puede consistir en el entrenador elíptico el lunes, el martes bicicleta y la natación el miércoles. Las distintas actividades permiten que los músculos estresados, tendones y articulaciones puedan descansar y mantener su condición física. Quizás aún más importante, el cambio de la rutina hace que la actividad sea más fresca y más interesante.
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