Los gustos varoniles han cambiado. Después de tantos años en los que el hombre se ha vestido con patrones desestructurados y prendas relejadas, ahora regresa un estilismo elegante a la par que casual, una etiqueta que exige traje de chaqueta, chaleco, abrigo, sombrero y demás complementos.
Los trajes de chaqueta se llevan en tonos oscuros como azul marino, negro o marrón. Los más atrevidos pueden elegir entre unos clásicos patrones con vistosos cuadros escoceses, rayas diplomáticas, patas de gallo o espigas.
Por norma general, los diseñadores conjuntan el traje con una camisa lisa o estampada y, en función de la elección, se escogerá el chaleco.
Por ejemplo, si la camisa es lisa, el chaleco puede ser más atrevido, “pero si la camisa es estampada, es preferible recurrir a tejidos lisos”, explican los responsables de la firma Tombolini.
Para los diseñadores de Berwich la comodidad es lo más importante, por eso propone confortables pantalones de gran calidad con divertidos estampados, ideados para conjuntarlos con jerséis y americanas de lana.
Si se desea sofisticar aún más el estilismo se puede recurrir a una vistosa pajarita, que este año se presentan de miles en colores y estampados, incluso confeccionados con plumas de gallina guineana, como las propuestas por Sastrería 91.
“Nuestra intención es vestir al hombre con equilibrio y armonía”, expresa Paul García de Oteiza, propietario junto a Caterina Pañeda, cuerpo y alma de esta firma española.
LOS COMPLEMENTOS, NECESARIOS
En cuanto a los complementos, resulta casi imposible salir de casa sin sombrero, visera o gorro de lana, deseados complementos, que se suman a los guantes, las gafas de pasta, las bufandas amplias y bolsos tamaño XXL.
Este nuevo estilismo se debe realzar con las nuevas pautas de belleza: pelo bien cortado, flequillo y barba o bigote arreglado, a ser posible por manos profesionales.
“En esta edición se ha querido recrear la atmósfera de un ‘Gentlemen’s Club’ con aéreas especial para el barbero, el lustrabotas y un espacio para fumadores, servicios que aportan un momento de relax”, concluye el secretario general de Pitti Immagine Uomo, Lapo Cianchi.
Marni, por su parte, mostró en la pasarela diseños vanguardistas, funcionales y con pequeñas notas excéntricas, creados por Consuelo Castiglioni, quien se ocupo de reforzarlos con potentes complementos como bolsos con dos asas.
El hombre Mani se viste con piel de potro, textura que sirve para confeccionar importantes piezas como abrigos, americanas y chalecos largos hasta por debajo de la rodilla.
De esta manera, Consuelo Castiglione emprende un largo viaje hacia prendas funcionales, versátiles y de larga vida, a juzgar por lo que se ha visto en su propuesta.
La paleta cromática ha sido luminosa y contenida. Se han visto apuntes de color, que iban desde el azul plomo hasta el mostaza, pasando por el burdeos, beige o negro, tonos que se fundían en ese fantásticos espíritu artesanal que tanto gusta a la diseñadora.
EFE
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