Alexandra salta feliz frente a las instalaciones de Brown University, una de las 8 grandes, luego de ser aceptada en la carrera de Leyes Internacionales y Derechos Civiles. Foto-Cortesía.

CHULA VISTA.- Sin siquiera imaginarlo, Alexandra Martínez, una egresada de Olympian High School se vio ante una extraña disyuntiva que le fue claramente definida por la consejera escolar y de la que tenía que elegir su prioridad.

Y es que la muchacha era la mejor corredora de la escuela de las pruebas de Track and Field (Pista y Campo) y en larga distancia.

El desafío para la joven estudiante no era menor, pero su decisión fue sabia: primero estudiar y luego, la práctica del atletismo, una actividad que le genera gran motivación.

Pero para lograrlo, Alexandra tuvo que tomar seis clases de las llamadas AP (Colocación Avanzadas) en asignaturas tan exigentes como son Cálculo, Física, Inglés, Historia del Arte, Gobierno, Literatura e Inglés.

La recompensa, sin embargo, le llegó y es que aunque Alexandra fue aceptada en dos de las 8 universidades consideradas como las más importantes del país (mejor conocidas como Ivy League School), la de Columbia y la de Brown, de la ciudad del mismo nombre, se decidió por esta última, por su orientación hacia la carrera de Leyes Internacionales y Der, en la que ella se encuentra inscrita.

Hoy su padres, Ivonne y Frank Martínez, quienes han sido un invaluable motor en el éxito de su hija, se muestran más que satisfechos de que esta estudiante latina, con residencia en Chula Vista, podrá cumplir con ambas metas: la académica y la deportiva.

“Ahora va a correr en esa Universidad, que es División 1, o de las mejores y ahora la acaban de reclutar para comer”, dijo Ivonne, la madre de Alexandra, en visita a la oficina de El Latino.

Sin embargo, el entusiasmo de Alexandra es contagioso: “Siento que haber ingresado a la prestigiosa Ivy League, Brown, me va a dar las herramientas para perseguir mis sueños. Soy una estudiante latinoamericana orgullosa de mis tropiezos en la búsqueda de excelencia”, respondió a cuestionario enviado por el reportero.

La muchacha reconoció, empero, que “estoy viviendo en un momento de gran incertidumbre y me encanta ser líder de algunas de algunas de las grandes comunidades y grupos en Olympian. Sin embargo, estoy muy orgullosa de mi identidad y la comunidad que me crió”.

Recordó en este sentido que durante “el verano pasado tomé una clase de Historia de México en Southwestern College, lo que cambió mi perspectiva como consecuencia de la discriminación que siento, al ver a los líderes de este país que están tropezando en búsqueda de la separación que me ha motivado a defender la humanidad y las culturas, con la aplicación de la ley”.

Y anticipó: “En Brown voy a estudiar leyes internacionales y derechos civiles y deseo regresar a ayudar a mi comunidad”.

Vale decir que Alexandra continúa siendo voluntaria del programa IVROP (Imperial Valley Regional Ocupational Programa) y fundó su propia asociación: Finish Strong (Cerrar Fuerte), en la cual ella apoya con útiles escolares y otros elementos, a niños del programa Foster Parents (Padres de Crianza).