Para ayudar a los estadounidenses a evitar los riesgos que representan los alérgenos alimentarios, la FDA hace cumplir la Ley sobre el Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor

Cada año millones de estadounidenses tienen reacciones alérgicas a los alimentos. Aunque la mayoría de las alergias provocan síntomas relativamente leves y de poca gravedad, algunas alergias a los alimentos pueden generar reacciones graves e incluso de riesgo vital.

No existe cura para las alergias a los alimentos. Evitar rigurosamente los alérgenos alimentarios, además del reconocimiento temprano y el control de las reacciones alérgicas a estos constituyen medidas importantes para prevenir consecuencias graves a la salud.

 La función de la FDA: Etiquetado

Para ayudar a los estadounidenses a evitar los riesgos que representan los alérgenos alimentarios, la FDA hace cumplir la Ley sobre el Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor, 2004 (FALCPA). La ley cubre los alimentos reglamentados por la FDA, e incluye todos los alimentos –excepto la carne de ave, la mayoría de las carnes rojas, ciertos productos derivados del huevo y la mayoría de las bebidas alcohólicas los cuales son reglamentados por otras agencias federales. La ley requiere que las etiquetas de alimentos identifiquen claramente los nombres de las fuentes alimentarias de todos los ingredientes que son – o que contienen – alguna proteína derivada de los ocho alérgenos alimentarios más comunes, a los cuales la ley FALCPA define como los “principales alérgenos alimentarios».

Como resultado, las etiquetas de los alimentos ayudan a los consumidores alérgicos a identificar alimentos o ingredientes peligrosos para que los puedan evitar más fácilmente.

¿Cuáles con los principales alérgenos alimentarios?

Aunque existen más de 160 alimentos que pueden provocar reacciones alérgicas a las personas con alergias a los alimentos, la ley identifica a los ocho alimentos alérgenos más comunes. Estos dan cuenta del 90 por ciento de las reacciones alérgicas y constituyen la fuente de los que se derivan muchos otros ingredientes.

Los ocho alimentos identificados por la ley son:

  • Leche
  • Huevos
  • Pescado (por ejemplo, perca, lenguado, bacalao)
  • Crustáceos (por ejemplo, cangrejos, langostas, camarones)
  • Frutos secos (por ejemplo, almendras, nueces, pacanas)
  • Maní/Cacahuate
  • Trigo
  • Soya

Estos ocho alimentos y cualquier ingrediente que contenga proteínas derivadas de uno o más de ellos, se encuentran designados en la ley FALCPA como los “principales alérgenos alimentarios”.

Las alergias graves a los alimentos pueden representar un riesgo vital

Después de ingerir un alérgeno alimentario, una persona con alergia puede experimentar una reacción alérgica de riesgo vital grave, llamada anafilaxis.

Esto puede llevar a:

  • la constricción de las vías respiratorias en los pulmones;
  • la disminución grave de la presión arterial y shock (“shock anafiláctico”);
  • la asfixia por inflamación de la garganta.

Se estima que cada año en EE.UU., la anafilaxis causada por alimentos provoca:

  • 30,000 visitas a la Sala de Urgencias;
  • 2,000 hospitalizaciones;
  • 150 muertes.

La administración oportuna de epinefrina con un autoinyector (por ejemplo, Epi-pen) cuando aparecen los primeros síntomas, puede ayudar a evitar estas consecuencias graves.

Los síntomas leves se pueden agravar

Los síntomas inicialmente leves que ocurren después de ingerir un alérgeno alimentario, no siempre son una indicación de una menor gravedad. De hecho, si no se tratan rápido, estos síntomas pueden volverse más graves en corto tiempo y pueden provocar la anafilaxis. Consulte La cruda realidad a la izquierda.

Cómo reconocer los síntomas

Los síntomas de las alergias a los alimentos aparecen generalmente a los pocos minutos o dentro de las dos horas desde que una persona ha ingerido alimentos a los cuales es alérgica.

Entre las reacciones alérgicas se encuentran las siguientes:

  • Urticarias
  • Piel colorada o sarpullido
  • Sensación de hormigueo o comezón en la boca
  • Inflamación de la cara, lengua o labios
  • Vómitos o diarrea
  • Calambres abdominals
  • Tos o silbidos al respirar
  • Mareo o aturdimiento
  • Inflamación de la garganta y cuerdas vocals
  • Dificultad para respirar
  • Pérdida de conciencia