Cuando Esther, madre de familia en San Diego se dió cuenta que su hijo de 18 años estaba ‘vapeando’ se preocupo mucho. Ella sabía que el uso del cigarillo era sumamente dañino y personalmente había vivido muy de cerca la perdida de seres queridos que por decadas habian fumado. Ahora tambien sabe que el sustituto del cigarillo el ‘vapeo’ tampoco es bueno y que día a día cobra la vida de quienes lo utilizan como una alternativa.
Hace apenas unos días el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles), notifico sobre 2051 casos de lesión pulmonar asociada al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo en 49 estados, excepto en Alaska el Distrito de Columbia y en un territorio estadounidense.
Hasta el cierre de esta edición se habían confirmado 39 muertes en 24 estados y el Distrito de Columbia, tres de ellos en California. En un reciente studio publicado por el CDC se encontró que por lo menos más de 1.000 personas estan afectadas por haber vapeado, la persona más joven tiene solamente 13 años.
En San Diego la Junta de Supervisores del Condado de San Diego votó para prohibir la venta de productos de vapor en áreas no incorporadas. La medida establece una moratoria de un año en la venta de dispositivos de vapor y prohíbe permanentemente la nicotina con sabor.
La medida se produce en medio de las crecientes tasas de evaporación de adolescentes y cientos de enfermedades pulmonares relacionadas con la evaporación en todo Estados Unidos, incluyendo más de dos docenas de muertes. Aunque San Diego no ha registrado ninguna muerte si se han presentado casos de hospitalización por estas razones.
La política propuesta por Nathan Fletcher y Dianne Jacob incluye una campaña de concientización sobre la salud pública, un programa de licencias de venta de tabaco al menudeo y una mejor aplicación de las leyes que restringen la compra de productos de tabaco a los 21 años de edad o más. También prohíbe fumar en los comedores al aire libre y en las zonas de amortiguamiento para tratar el problema del humo de segunda mano.
Buscan elevar edad de uso
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que quiere elevar la edad mínima requerida para comprar cigarrillos electrónicos de 18 a 21 años, como parte de un plan para restringir el uso de esos productos entre los jóvenes.
Trump dijo además que estaba preocupado por el impacto de la regulación en los negocios, una señal de que su gobierno está considerando dar marcha atrás con una previamente anunciada prohibición completa a los cartuchos con líquido saborizado.
Ese tipo de recarga, con gustos como menta y combinaciones frutales, son populares entre los adolescentes que “vapean”, como se conoce al hábito de utilizar cigarrillos electrónicos.
“Vamos a estar saliendo con una posición muy importante sobre el vapeo. Lo más importante es que tenemos que cuidar a nuestros niños, entonces vamos a tener un límite de edad de más o menos 21”, dijo a los periodistas, y agregó que una política será anunciada “la próxima semana”.
El gobierno había anunciado en septiembre que muy pronto prohibiría la venta de productos saborizados, pero aparentemente la presión del lobby de la industria de los cigarrillos electrónicos podría haber influido en un cambio de postura.
“Tenemos un montón de gente a la que cuidar, incluyendo a los trabajos, francamente”, dijo Trump. “Se ha convertido en una gran industria. Vamos a ocuparnos de ello”.
La industria del cigarrillo electrónico enfrenta un escrutinio sin precedentes en medio de una misteriosa epidemia de enfermedades pulmonares vinculadas al uso de estos dispositivos que se ha cobrado la vida de 39 personas y ha enfermado a más de 2.000 usuarios en Estados Unidos en los últimos meses.
Los investigadores no han logrado identificar a ninguna sustancia en particular como responsable de la epidemia, pero las pesquisas preliminares señalan como factor posible a un agente empleado en cartuchos saborizados con cannabis, que suelen venderse en el mercado negro.
En Estados Unidos, la edad mínima federal para la compra de productos de tabaco es de 18 años, pero algunos estados ya han legislado para restringir la venta a mayores de 21 años.