Autoridades militares expulsaron a un total de 24 marines de la Primera División en Camp Pendleton, al norte del condado de San Diego, por cargos relacionados con tráfico de indocumentados y otras faltas.
La portavoz de la Primera División de Marines, mayor Kendra Motz, dijo que, de las dos docenas de casos, los nueve peores enfrentaron corte militar, y de ellos ocho se declararon culpables de tráfico de indocumentados.
Un infante de marina o marine que optó por no declararse culpable, pasará 18 meses detenido en la misma base.
Los ocho peores cargos fueron dados de baja esta semana sin honores, declaró la mayor.
Aparte, a 15 marines les impusieron despidos administrativos, en los que las autoridades los expulsaron pero sin enfatizar el carácter de deshora o deshonrabilidad.
El caso inició en julio pasado cuando algunos oficiales de la patrulla fronteriza vieron que un vehículo salió momentáneamente y se volvió a reincorporar a la carretera interestatal 8, en el sentido que une a Arizona con San Diego, en un tramo identificado como corredor de migrantes indocumentados a unos tres millas de la frontera con México.
Los patrulleros detuvieron el vehículo, del que el conductor y un pasajero se identificaron como marines o infantes de marina de la base de Camp Pendleton.
Pero los agentes fronterizos ignoraron esa identificación y revisaron el auto, en el que encontraron a tres indocumentados mexicanos, quienes al momento explicaron que habían pagado ocho mil dólares cada uno para que los llevaran a Los Ángeles y al noreste estadunidense, de acuerdo con la versión de la patrulla.
A la mañana siguiente de esa detención, al llamar a formación en la base, las autoridades arrestaron a 16 marines, sospechosos en investigación sobre tráfico de personas.
Las averiguaciones de la división de Servicios de Investigaciones Criminales de la Marina (NCIS) condujeron a juicios, declaraciones de culpabilidad y la destitución con deshora de los marines que aceptaron los cargos.
La base militar también mencionó faltas de marines de ese mismo grupo relacionadas con drogas, pero no ofreció detalles.
Mientras tanto, agentes de NCSI arrestaron a finales de enero al sospechoso Francisco Saúl Rojas Hernández, de 22 años de edad, un civil de Solana Beach, acusado de reclutar a los marines y también a ciudadanos estadunidenses para que traficaran indocumentados a través de la frontera, y para que transportaran migrantes que ya se encontraban en territorio estadunidense.
Rojas había sido mencionado por los tres indocumentados mexicanos encontrados en el auto de los marines a principios de Julio.
El cargo para Rojas, por conspiración, de acuerdo con documentos de la corte, tiene una sentencia potencial de 20 años de prisión.
De acuerdo con la investigación de NCIS, Rojas reclutó a marines y a ciudadanos civiles estadunidenses para que transportaran migrantes indocumentados en julio del año pasado, cuando fueron detenidos los infantes de marina, pero también entre agosto y enero de este año, hasta hace unas cuatro semanas.
La corte otorgó la orden de aprehensión a NCIS el 20 de enero y la agencia detuvo al sospechoso el 22 de enero.