Solo el Hospital General de Playas de Rosarito pudo recibir a la señora hondureña ya en labores de parto. Cortesía.

Alan, un migrante hondureño filmó con su celular momentos en que su esposa, Belkis, suplicaba por ayuda en medio de labores de parto, recostada sobre el piso de un vehículo de la patrulla fronteriza que llevaba a la pareja para expulsarla a Tijuana.

“El agente me ordenaba que me sentara en esa como banca en la patrulla, y yo le decía que cómo iba a sentarme si tenía tanto dolor, estaba dando a luz a mi bebé”, dijo la señora Belkis.

Aunque era obvio que la señora estaba por dar a luz en ese momento, los patrulleros la llevaron a la frontera y expulsaron a la pareja por San Ysidro a Tijuana.

Personas que aguardaban para cruzar a pie a San Diego se alarmaron por la situación y llamaron al número de emergencias 911. La respuesta fue de una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana en Tijuana, que hizo con la pareja un recorrido por hospitales y clínicas.

A la señora no la pudieron recibir en algunos sitios, no por su nacionalidad, sino porque se destinan a atender a pacientes con Covid 19.

Finalmente el Hospital General de Playas de Rosarito, unas 25 millas al sur de Tijuana, aceptó a la señora con labores de parto.

La bebé, Daphne, mexicana de padres hondureños, nació saludable, de acuerdo con registros del hospital.

La patrulla fronteriza expulsó del condado de San Diego a la señora, aunque ella les dijo claramente que estaba por dar a luz, porque esa agencia mantiene en vigor una medida de la administración del ex presidente Donald Trump.

El “título 42” autoriza a los patrulleros a regresar al lado mexicano de la frontera de inmediato a todo migrante detenido, bajo el pretexto de que es expulsado como medida de seguridad ante la pandemia. 

De acuerdo con abogados que representan a la pareja hondureña, con esa medida Trump impedía que los migrantes se entregaran a la patrulla fronteriza, como ahora lo hacen en la frontera del estado de Texas, para solicitar asilo.

Mientras el Título 42 se aplica rigurosamente en San Diego, solo en contados casos se aplica en Texas.

Durante el traslado en el vehículo de la patrulla a la frontera, Alan pudo grabar dos momentos breves que muestran cómo sufría su esposa con los dolores de parto. Aunque Alan dijo que filmó con mucho miedo y con el celular dirigido solo hacia abajo, sin tomar a los patrulleros.

Ese par de evidencias y testimonios sin embargo sirven para que una organización legal sin fines de lucro ahora represente en el caso de asilo a la pareja y a su bebé. 

El incidente de expulsión de la señora Belkis ocurrió durante el mes de marzo pero solo se dio a conocer cuando el caso estaba en marcha.

El matrimonio hondureño huyó por amenazas de pandillas en su tierra y, sin recursos propios, cruzó Guatemala y todo México para llegar a Tijuana y después intentar entregarse a patrulleros para solicitar asilo.

La patrulla fronteriza dijo sobre este caso que su política es trasladar a hospitales, según sea requerido, a detenidos que necesitan asistencia médica.