María Puga, viuda de Anastasio Hernández Rojas, declaró al cumplirse once años de la muerte de su esposo que continuarán sin claudicar por su búsqueda por justicia.

“No voy a quitar el dedo del renglón hasta que encuentre justicia, no solo por mi esposo, sino por las muertes que continúan por culpa de la patrulla fronteriza” y los oficiales de migración expresó en evento en el Parque Chicano.

Puga dijo que es debido a la resistencia que el caso de su esposo ahora continúa hacia la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, donde se acusa al gobierno de Estados Unidos por la muerte de su esposo.

“Siempre he querido que esos agentes paguen por lo que hicieron, que los pongan en prisión; pero si desafortunadamente no podemos lograr eso, podemos conseguir que haya cambios en el sistema para que otras familias no sufran lo que nosotros sufrimos”, dijo la señora Puga.

Dijo que con resistencia se pueden conseguir cambios en el sistema, posiblemente detener muertes como las de migrantes al intentar ingresar al condado de San Diego o a California mediante el uso de botes que naufragan.

La señora Puga dijo que esas son muertes que provocan las políticas y oficiales de migración, al obligar a los migrantes a tratar de cruzar la frontera por las rutas más peligrosas.

El evento, ante el mural dedicado a la memoria de Anastasio Hernández, fue convocado por el Comité de Servicio de los Amigos Americanos en San Diego, con la participación de Unión del Barrio y el equipo de artistas que pintaron el mural.

Hace once años esta semana una docena de oficiales fronterizos mató a golpes y con descargas eléctricas paralizantes a Anastasio Hernández, quien estaba esposado a la espalda e inmovilizado con la rodilla de un agente sobre su cuello y la de otro sobre su espalda.

Pedro Ríos, el director del proyecto fronterizo de los Amigos Americanos, dijo que fue una muerte que enlutó a lo largo de la frontera, que se volvió un símbolo en la región y que ahora ha quedado inmortalizada en un mural.

En el acto, representantes del comité y de Unión del Barrio explicaron que la muerte de Anastasio Hernández se debió a que se trató de un inmigrante trabajador, no de un ciudadano adinerado, en un sistema en que se estigmatiza como presuntos invasores a lso grupos que son originarios de la región.

Unión del Barrio también informó sobre la Patrulla Comunitaria, que identifica y denuncia operativos encubiertos de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), para prevenir detenciones y deportaciones, y con ellas separaciones de familias trabajadoras de San Diego.

La señora Puga instó a continuar la resistencia contra políticas que afectan a las comunidades inmigrante y latina. 

Dijo que hay que enfatizar “que sí se puede. Vamos a ver si dentro de un par de meses tenemos noticias sobre el caso de Anastasio (ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos) y se los vamos a hacer saber”.