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uando llega el verano es frecuente que se nos advierta sobre la importancia de proteger correctamente la piel del sol, a fin de evitar quemaduras solares y otras consecuencias graves como el melanoma. Sin embargo, tan importante es cuidar de la piel como del cabello, el gran olvidado en estos casos pero que, igual que la piel, sufre los efectos del verano, sobre todo por la acción del sol, el cloro, la sal y la arena.

La temporada veraniega es una de las épocas más difíciles para mantener el cabello sano y a salvo. Y es que los rayos solares penetran en las cutículas del pelo y debilitan los folículos pilosos, provocando una deshidratación del cabello que modifica su propia estructura.

Según los especialistas, el cabello necesita entre el 15 y el 17% de agua para mantenerse hidratado, siendo diferente la forma en la que incide el sol dependiendo del tipo de cabello. Los cabellos rizados suelen tener mayor grosor, por lo que la deshidratación se produce en un periodo de tiempo más prolongado.

¿Puede el sol cambiar el color de nuestro cabello?

La respuesta es sí. Si bien el color del pelo viene determinado genéticamente a través de un pigmento llamado melanina que se origina en unas células (melanocitos) que forman la papila del cabello, la pigmentación del cabello puede verse modificada por otros factores.

La radiación solar es uno de los factores externos que más puede afectar a la estructura y a la coloración del cabello, por lo que debemos prestar especial atención a nuestro cabello durante la primavera y el verano, cuando esta radiación es más intensa y prolongada.

¿Cómo proteger el cabello y su color del sol?

Del mismo modo que hacemos con la piel, especialmente en verano, también debemos proteger el cabello del sol. Los consejos esenciales son:

1. Utiliza un protector para evitar que el sol reseque y vuelva quebradizo el cabello, y para proteger su color, emplea mascarillas nutritivas que mantengan en todo momento hidratada la fibra capilar.

2. Durante todo el año, pero más en primavera y verano, es recomendable el uso de tintes vegetales. Una coloración vegetal daña menos el cabello y se mantiene en mejores condiciones frente a factores externos como el sol o el salitre.

3. El uso de sombreros, pañuelos o cualquier otro complemento que pueda proteger al cabello de la exposición directa al sol, es muy recomendable.

4. Además, se recomienda emplear un champú nutritivo, combinado con el de uso más habitual con el fin de ayudar a recuperar el brillo y la hidratación al cabello, así como evitar abusar de secadores y planchas en esta época del año en la que el pelo es mucho más vulnerable.

Actualmente se pueden encontrar productos específicos para el cuidado del cabello como sprays protectores, champús con filtro solar y mascarillas nutritivas. Éstos serán tus aliados en la hidratación y nutrición de la melena durante el verano. Además, pueden encontrarse tanto para adultos, como para los más pequeños, que requieren una protección aún mayor.

Además, se recomienda aplicar algún aceite solar una vez a la semana y dejarlo actuar toda la noche de forma que fortalecerá el pelo y lo hará más resistente a la exposición solar del día siguiente.