Una apreciación de la revolución socialista cubana se muestra en “Un cuento de Navidad del pueblo cubano”, una adaptación de Herbert Sigüenza de “Cuento de Navidad”, basada en Cuba destaca el deseo de socialismo y autonomía del pueblo a la sombra del interés económico estadounidense.
La producción se presentará en el teatro OnStage hasta el 19 de diciembre. Como dramaturgo residente de San Diego Repertoire, Sigüenza pretende mostrar que siempre hay una alternativa a la codicia y disipar la desinformación que rodea a la revolución socialista cubana.
“Me gusta ‘Cuento de Navidad’ porque es una historia moral. Tiene un buen mensaje, pero lo he adaptado a la historia de Cuba. A Scrooge le visita el pasado, antes de la revolución, el presente de Cuba durante la dictadura de Batista, y el futuro de Cuba que es la revolución socialista de Fidel Castro”, dijo Sigüenza.
La obra maestra de 1843 “Cuento de Navidad”, escrita por Charles Dickens, narra la historia de Ebenezer Scrooge, un anciano que recibe la visita del fantasma de su antiguo socio Jacob Marley y de los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras. El drama histórico cubano de Sigüenza sigue a Ezequiel Scrooge, un barón del azúcar norteamericano entrelazado en el cambio político de Cuba justo antes de su revolución.
“Scrooge era codicioso. Lo único que le importaba era el dinero y no quería a nadie. De eso trataba el mensaje. Se trata de la lucha contra la avaricia. Uno de los mayores problemas del mundo ahora mismo, es que hay mucha codicia. Hay muchas empresas que toman y no devuelven nada”, dijo Sigüenza.
Es conocido por ser miembro fundador del grupo de actuación Culture Clash, un grupo de comedia de tres hombres fundado en 1984 en San Francisco. Junto con Richard Montoya y Ric Salinas, Culture Clash es la compañía teatral latina más producida en Estados Unidos. Sigüenza fue una de las voces predominantes en Coco, de Pixar, y ha escrito y producido obras en teatros regionales de todo el país.
Según Sigüenza, escribir Cuento de Navidad del Pueblo Cubano le llevó un par de años y unos cuantos talleres en el San Diego Repertory Theatre. Muchos personajes se hicieron femeninos, lo que “lo hizo mucho más fuerte y contemporáneo”, dijo. Esta producción devolvió a Sigüenza a sus raíces en el teatro comunitario.
“Hacía tiempo que no hacía una obra tan pequeña. Es genial, se siente bien”, dijo Sigüenza. “Hacer una obra latina es algo grande. Quiero que los latinos apoyen las obras latinas. Si no apoyamos nuestras propias obras, no se producirán”.
Sigüenza es de origen salvadoreño y nació en San Francisco. Se muestra muy preocupado por la disparidad socioeconómica en el mundo. El dramaturgo pasó un tiempo en Cuba durante la década de 1980 y apoyó la Revolución Cubana en sus inicios. Según Sigüenza, el tema del socialismo es un tabú y algo que no es del todo comprendido por mucha gente, lo que puede causar miedo.
“Pensé que era algo bueno para Cuba. Claro que se prolongó demasiado. No cambió, no se adaptó, así que se estancó y se corrompió, lo que ya no apoyé. Al menos durante los primeros 20 años fue una sociedad modélica para América Latina”, afirma Sigüenza.
Señala que un país no se vuelve socialista de la nada.
“Tenían siglos de colonialismo e imperialismo. La gente estaba harta de eso. Querían ser autónomos y llamar a su propio destino. No hay nada malo en ello, así es como empezó Estados Unidos. Es sólo otra forma de ver las cosas. Todas mis obras tratan de ver las cosas de otra manera”, dijo Sigüenza.
Cuba estableció relaciones diplomáticas con la Unión Soviética tras la Revolución Cubana de 1959. El país se hizo cada vez más dependiente de los mercados y la ayuda militar soviéticos y fue aliado de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. El fin de la Unión Soviética llegó en 1991 y Cuba entró en el Periodo Especial, una época de graves dificultades económicas.
“Desde que Rusia se fue, Cuba se empobreció mucho y no se adaptó económicamente. Realmente hubo mucho sacrificio y mucha gente se fue y se sigue yendo. La desinformación es que la gente se sigue yendo todos los días por miles y que la gente es fusilada en las calles. Eso no está ocurriendo”, dijo Sigüenza.
Sin embargo, el drama cubano es una historia de Navidad en su raíz y trae los sonidos de la Habana con una banda cubana de cuatro piezas.
“Si miras la Navidad y sus raíces cristianas, se trata de Jesús. Jesús hablaba de compartir, de cuidar al prójimo y eso es el socialismo. La gente no lo entiende. Jesús era un hombre de paz. Quería que la gente fuera alimentada, vestida y amada. De eso trata esta obra”, dijo Sigüenza.
La obra se puede ver del 1 al 19 de diciembre en OnStage Playhouse