Con diez casos nuevos en promedio diario, la fiscala federal encontró aumento en los delitos de odio y lleva más procesos que en años anteriores por crímenes violentos. Foto cortesía de la fiscalía federal.

La fiscalía federal en San Diego informó que pese a dificultades que significa la pandemia, toma 10 nuevos casos de delitos serios como promedio diario, advirtió que los crímenes de odio van en aumento en la región y destacó que alcanza niveles sin precedentes de casos contra delincuentes violentos.

En un balance de trabajo sobre el 2021, la fiscala federal informó que aun con la pandemia, presentó cargos en 3,850 casos de delitos graves y llevó 40 juicios con jurados, casi todo mediante video audiencias para prevenir contagios.

Aparte, la fiscalía apoyó a agencias del orden de toda la zona fronteriza de California a través de su división civil.

En la parte criminal, la fiscalía realizó “un esfuerzo para enjuiciar estratégicamente a los delincuentes más violentos de la región, incluidos aquellos con antecedentes penales. y afiliación a bandas criminales que cometen delitos con armas de fuego”.

“Como resultado, los enjuiciamientos federales relacionados con armas en el Distrito Sur de California aumentaron en el año fiscal 2021 en casi un 50 por ciento, hasta los niveles más altos vistos en esta oficina”, reportó la fiscalía.

También se refirió a que en el 2021 hubo “un aumento preocupante en los informes de delitos motivados por el odio motivados por la raza, el origen étnico y la ascendencia, y la identidad de género”.

Informó que el crimen de odio más notorio de los últimos tiempos en el condado de San Diego concluyó en 2021 con la sentencia de John Earnest, un hombre de Rancho Peñasquitos que ingresó a la sinagoga de Poway el 27 de abril de 2019, abrió fuego y mató a una mujer, hirió a otras tres e intentó matar a otros 50.

El autor del atentado fue condenado a cadena perpetua más 30 años de prisión por sus crímenes de odio.

Lamentó que “en 2021, hubo una trágica ola de muertes relacionadas con el contrabando de personas en los condados de San Diego e Imperial”.

En un lapso de menos de tres semanas, se perdieron cuatro vidas y decenas de personas tuvieron que ser rescatadas del mar y hospitalizadas, después de que múltiples eventos frustrados de contrabando marítimo.

La oficina también inició casos civiles contra médicos que, incluso en este clima de mayor conciencia de los peligros de los opioides, continúan recetando opioides en exceso, y procesó casos con impacto mundial, desde piratas informáticos chinos hasta funcionarios corruptos de la Marina y organizaciones internacionales que usaron dispositivos encriptados.