NO UTILIZAR PROTECTOR SOLAR TODOS LOS DÍAS

Si quieres evitar el envejecimiento cutáneo, nunca debe faltarte tu protector solar. Ten muy claro que los rayos UV están presentes todo el año, aunque esté nublado o no haga calor. La exposición solar provoca arrugas, manchas y pérdida de elasticidad. Se puede evitar el fotoenvejecimiento de tu piel en gran medida con un buen protector solar.

NO INVERTIR EN TUS GAFAS DE SOL

Unas gafas de sol minimizarán las líneas de expresión alrededor de tus ojos y protegerán esa piel tan delicada de los rayos UV, así como tus párpados y ojos que son tan susceptibles a ellos como el resto de tu piel.

NO PRESTAR ATENCIÓN AL CUELLO, EL PECHO Y LAS MANOS

La piel de estas zonas es muy delicada ya que carece de glándulas sebáceas, produciendo sequedad y acelerando el envejecimiento. Por ello, necesita una mayor hidratación y nutrición. Además, la mayoría estamos acostumbradas a no ponernos protección solar en estas áreas del cuerpo.

NO DORMIR LO NECESARIO

Si le preguntas a cualquier celebridad por sus trucos de belleza, entre ellos siempre encontrarás “beber agua” y “dormir 8 horas diarias”. Todas tenemos claro que dormir lo suficiente es esencial para nuestra belleza y salud, pero también hay que tener en cuenta la calidad de nuestro sueño. Y es que ese es el momento en el que el cuerpo y la piel se regeneran. Interrumpir los ciclos del sueño puede evitar la liberación de ciertas hormonas, provocando la inflamación, uno de los principales culpables del envejecimiento cutáneo. Por ello, desarrolla un buen ritual de sueño y cúmplelo cada día, tu piel notará los efectos.

FROTARTE LOS OJOS

Aunque sea un alivio en ciertos momentos (cuando estás cansada, por ejemplo) los párpados y la piel de alrededor de tus ojos es la más sensible y menos elástica de tu rostro. Al frotarte los ojos harás que se estire, provocando que se afloje.