Doña Abigail, la señora del 403, me hablaba de su cachorrito y de la ansiedad que padece, ante la amenaza que un día el muchacho le dé por largarse de la casa.

Para retenerlo, ella le prepara su desayuno con cereal, lo anima a que se bañe a las 4 de la tarde cuando la temperatura ambiente está más tibia. Prefiere perder sus dos telenovelas de la tarde porque, preciso, a esa hora su hijo está viendo el fútbol en la tele. Le arregla su habitación a diario y le da un dinerito para que salga a comer su hamburguesa preferida, o al cine con alguna amiguita. Como el “cachorrito” vive metido de narices entre el Facebook, no sale a hacer deporte con amigos.

El día que doña Abigail me presentó a su cachorrito, casi me da un soponcio.

El cretino tiene 34 años, dos carreras universitarias, apenas se afeita una vez a la semana, es fanático del rock metálico y por la mirada de enamorado que se carga, me huelo que consume alguna substancia prohibida. Ya cumplió tres años de desempleo y tres de haber retornado a casa de sus padres, en lo que los sociólogos denominan: “operación boomerang”.

Su caso no es raro: 3 de cada 10 adultos en Estados Unidos –entre 25 y 34 años- retornaron a casa de sus padres, como efecto de la debilidad de la economía. Y como los padres son más débiles que la economía, pues los recibieron con los brazos abiertos.

Lo grave es que el regreso del tal “boomerang” sucede –justo- cuando los viejos están empezando a disfrutar de su merecido retiro. ¿El resultado? Muchos retirados se están volviendo a emplear para sostener –otra vez- a una familia numerosa.

Me huelo que la situación no cambiará tan fácil: 8 de cada 10 adultos que regresaron a casa de sus padres, manifiestan sentirse “muy cómodos”.

Pero ¿por qué un muchacho acostumbrado a ser libre e independiente, se somete, de nuevo, a vivir con sus padres? El 78% de los jóvenes entre 25 y 34 años que retornaron a casa, manifiestan que no se pudieron dar la clase de vida que querían.

El panorama es desalentador: apenas el 54% de los jóvenes entre 18 y 24 años están empleados. El desempleo juvenil es hoy tan grave, que regresamos a los niveles de 1948.

  • Señora Abigail ¿su cachorrito no puso problemas para volver?

Ningún problema. Claro que yo le tenía arreglada su camita, su tren eléctrico, sus discos de “Menudo” y las revistas de pornografía, con señoritas encueradas, que mi cachorrito escondía debajo del colchón.

Otros padres son más prácticos que la señora Abigail.

Mis vecinos del 103, Laurentino y Evangelina, cuando se olieron que sus dos hijos estaban haciendo planes para retornar a casa, les enviaron esta patética carta, como prueba de su amor:

“Hijitos: Nos estamos mudando. Cuando sepamos la nueva dirección de nuestra casa en la selva de la Guayana Francesa les escribiremos para que nos visiten. Nos cuentan que es un pueblo muy lindo, sin luz eléctrica y sin Internet, rodeado de selva tupida y de caníbales de los de verdad-verdad, al que se llega por un río infestado de pirañas. Allá los esperamos con los brazos abiertos. Tus padres: Laurentino y Evangelina”.

VERBATIM

“Planificación Familiar es el arte de tener hijos, lo suficientemente espaciados, para que cuando retornen a casa, no lo hagan todos al mismo tiempo.”

Por: © 2012 Armando Caicedo