Washington.- Organizaciones de hispanos en EE.UU. pidieron que los dos debates restantes entre el presidente y candidato demócrata, Barack Obama, y su rival, Mitt Romney, traten el tema migratorio, clave también para la economía estadounidense.

«Tras el primer debate presidencial de las elecciones de 2012, aún millones de personas claman por que los candidatos articulen una visión justa y con políticas con sentido común respecto a los derechos fundamentales de los inmigrantes», indicó hoy en un artículo la firma de comunicación latina Camino.

Ayer, en Denver, Obama y Romney se dedicaron a exponer sus propuestas económicas para los próximos cuatro años en asuntos como empleo, fiscalidad, sanidad o reducción del déficit, pero no tocaron el tema de la inmigración y la regularización de personas que trabajan o han crecido y sido educadas en EE.UU.

Según Max Sevilla, representante de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos (NALEO, en inglés), «el debate tocó temas críticos para la comunidad como el desempleo y la economía, que son la prioridad uno de los hispanos».

«Se habló de desempleo, que afecta a la comunidad latina de manera desproporcionada y de educación, de la que dependen los hispanos jóvenes para alcanzar mejor nivel de vida», recordó Sevilla en entrevista con Efe.

El representante de NALEO confió en que en los dos debates presidenciales próximos (Nueva York, 16 de octubre, y Florida, 22 de octubre) se pueda «saber más de sus posiciones en temas migratorios».

«En 2008, Obama hizo promesas que no ha podido cumplir y Romney ha tomado posiciones opuestas a los intereses de los hispanos», aseguró Sevilla.

Por su parte, Clarisa Martínez, portavoz del Consejo Nacional La Raza (NCLR) señaló lo que las encuestas corroboran, que Romney ganó el debate al «mostrarse más efectivo, relajado y claro al explicar sus puntos».

Si embargo, en su opinión, ambos políticos, «realizaron una omisión contundente de los problemas de inmigración, tema de política domestica -tema del primer debate- y clave para la recuperación económica».

«Tampoco, ninguno de los dos habló de cómo crearán empleos en las comunidades más vulnerables», destacó Martínez, quien se mostró desencantada con que ni siquiera el moderador sacara el tema migratorio.

Obama y Romney expusieron sus ideas sobre reforma migratoria en sendas intervenciones abiertas a preguntas del público del canal Univisión el pasado mes.

El mandatario estadounidense dijo en aquella entrevista que lamenta que la reforma migratoria no contara con el apoyo del Congreso y de ser un «ingenuo» por pensar que contaría con el apoyo del partido republicano.

Por su parte, Romney aseguró que si llega al poder trabajará por una reforma migratoria propia y prometió que no acabará inmediatamente con la suspensión temporal de las deportaciones decretada por Obama para los estudiantes hijos de inmigrantes que fueron traídos de niños a este país y que aún están en situación migratoria ilegal.

Mallika Dutt, presidenta de la asociación de Derechos Humanos Breakthrough, dijo hoy que «vivimos en un momento clave por ser peligroso y prometedor. Las deportaciones récord continúan partiendo familias».

La encuestas electorales dan una clara ventaja a Obama entre los votantes latinos, aunque durante el mandato del demócrata se han registrado un número récord de deportaciones y a un ritmo mayor que durante los años del expresidente George W. Bush.

Bajo las leyes actuales federales y estatales, como la polémica SB1070 de Arizona, se han deportado más de 46.000 padres de niños que nacieron en Estados Unidos.

Tanto demócratas como republicanos cortejaron a los votantes latinos en sus convenciones de partido, ya que este grupo minoritario cada vez es y será más decisivo en el panorama electoral estadounidense.

Según Dutt, el próximo presidente estadounidense debe tener una estrategia para integrar los inmigrantes en el crecimiento económico, a los que consideró los verdaderos «creadores de empleo», parafraseando a Romney, que se refiere de la misma manera a las personas de altos ingresos.