“Con lágrimas en mis ojos Estoy feliz de informar que estoy siendo admitido en el bar, gracias a Dios! Esta es para todos los que se atreven a soñar y de esta manera cambiar el mundo! Los amo a todos! Se hizo historia hoy!”.

Ello fue expresado la mañana del 2 de enero por Sergio C. García, luego de que la Suprema Corte de California emitiera una resolución en el sentido de que si podrá contar con una licencia para ejercer su profesión como abogado en el estado.

Con esto, García, un mexicano nacido en la comunidad de Villa Jiménez, Michoacán, se convertirá en el primer indocumentado en ejercer como abogado en Estados Unidos, pasando a ocupar un lugar en las páginas de la historia del estado de California y el país.

Pero para que la Suprema Corte emitiera tal resolución, Sergio tuvo que tocar muchas puertas, pese que ya había cumplido los tres requisitos primordiales: el examen de responsabilidad profesional, la prueba de la barra de abogados del estado y el examen de carácter moral.

El decidido latino, acudió a exponer su demanda ante la Asamblea de California, y eso le valió que la Asambleísta por San Diego, Lorena González, impulsara la iniciativa AB 1024, la cual fue aprobada por 91 votos a 9 y posteriormente ratificada por la firma del gobernador Jerry Brown.

“La AB 1024 cumple la promesa que le hiciemos a los ‘dreamers’ (soñadores), quienes han trabajado y estudiado mucho para pasar el examen de Derecho, y que ahora quieren la aprobación para hacer su vida como abogados”, declaró entonces la Asambleísta González.

Sergio es hijo de Albertina García y Salvador Covarrubias, y en entrevista exclusiva que ofreció en meses pasado a El Latino de San Diego recordó que decidió no utilizar el apellido paterno porque un profesor que tuvo en la conservadora preparatoria Durham “batallaba en pronunciarlo y entonces él no hablaba inglés”, pero si lo emplea abreviado como Sergio C. García.

El joven abogado que ha sido autorizado por la Suprema Corte para ejercer se recibió de la modesta Universidad de Leyes Cal Northern el 9 de mayo del 2009, y llevó cuatro años luchando porque se le permitiera el ejercicio libre de la profesión, mientras tanto se ha sostenido de dar pláticas motivacionales.

Ahora, el joven autorizado para el ejercicio de su profesión tiene un desafío no menor: alcanzar su residencia legal y posterior ciudadanía, por la que ha tenido que esperar casi dos décadas.

“En cerca de 3 horas, el tribunal decidirá si es o no puedo cumplir un sueño que tuve a los 10 años de edad”, anticipó Sergio, dirigiéndose a sus amigos de Facebook, la mañana de la decisión.

La respuesta estaría pronto y sería para él de felicidad: “con lágrimas en mis ojos, estoy feliz de informar que estoy siendo admitido en el bar (barra de abogados), gracias a Dios! Esto es para todos los que se atreven a soñar y de esta manera cambiar el mundo! Los amo a todos! Se hizo historia hoy”.

Y lo secundaría luego Lorena González quien sostuvo en su cuenta de Facebook: “yo no fui a Sacramento con la intención de ser la autora de la iniciativa que cambiaría el curso de la historia para ‘los Dreamers’…Pero cuando escuché sus historias y me ofrecieron la oportunidad de llear la AB 1024 del senador Ricardo Lara y mis colegas del Caucus Latino, no dejé pasar la oportunidad”.

Lorena fue aún más precisa y categórica en su postura: “yo no soy una mejor persona que Sergio C. García, pero cuando me gradué y pasé (el examen) de la barra, sin dudarlo, hice mi juramento como abogado, y el se merece lo mismo”.

Concluye su escrito la asambleísta González afirmando: “en una nota muy personal, hoy he celebrado el elegido del compañero de Derecho de UCLA y querido amigo, Marco Firegaugh, que en muchos aspectos inició este viaje histórico con la AB 540, allanando el camino para que los estudiantes soñadores accedan a una educación superior en California”.

Sergio García andelantó que rendirá su juramento como abogado ante el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de California, Cruz Reynoso, pero aún no se ha determinado la fecha.

Cuando el Latino de San Diego le preguntó sobre cuándo comenzará a ejercer, la respuesta fue directa: “aún no lo sé”.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com