El obispo Robert McElroy de San Diego llegó hasta la barda fronteriza en California para participar en la Posada Sin fronteras, bendecir a los deportados al lado mexicano del muro y, en entrevista, enviar un mensaje a los indocumentados.

“La iglesia está de su lado y va a estar de su lado, no importa lo que venga”, dijo el obispo en mensaje para los migrantes.

“Oramos por su seguridad y por su capacidad de que sigan viviendo aquí; la iglesia va a estar a su lado para abogar cuanto pueda por ustedes, asistirles y defenderlos en lo posible”, prometió el obispo.

Más de ocho de los once millones de los inmigrantes indocumentados, en Estados Unidos, son católicos.

Los indocumentados se traducen en general en uno de cada diez católicos en Estados Unidos, una comunidad de 81 millones de feligreses, de acuerdo con cifras oficiales de la misma iglesia.

El obispo confirmó a El Latino que la Conferencia de Obispos de Estados Unidos ya inició un diálogo con el equipo de transición del presidente electo, Donald Trump, para interceder a nombre de los indocumentados.

“Nuestra esperanza es que la nueva administración se enfoque solamente en los indocumentados que tienen antecedentes delictivos y en el muro aquí en la frontera” y que Trump calculó este mes que serían unos tres millones de personas.

“Esperamos que las políticas no conduzcan a deportaciones de aquellos que viven aquí observando las leyes, trabajando duro, criando a sus hijos, con sus familias”, agregó.

“Se nos ha asegurado que habrá algún progreso en ese sentido pero aún esperamos que se aclare”, dijo el obispo Roberto, como se le conoce entre la comunidad latina de San Diego.

El obispo llegó hasta la barda donde California se une a México y al Pacífico para encabezar la 23 Posada Sin Fronteras.

Grupos de deportados y migrantes que aguardan turno para solicitar asilo a las autoridades estadunidense, se congregaron al lado mexicano de la barda para pedir posada en el nombre del cielo.

Esta es la primera vez que grupos de refugiados haitianos, que se encuentran varados en la frontera de México participaron en una posada, una tradición decembrina mexicana, que recrea el peregrinar de María y José y el nacimiento de Jesús, de lo que el obispo McElroy habló ante la barda:

“El evangelio nos dice que poco después del nacimiento de Jesús, María y José tuvieron que huir a Egipto, con lo que se convirtieron en refugiados, y también se convirtieron en migrante ilegales, porque era ilegal que huyeran si los perseguían”, comentó a reporteros el obispo.

Dijo que desde el punto de vista de la iglesia, “todos estamos llamados a solidarizarnos con aquellos que son migrantes, con los que son refugiados e indocumentados”.

El presidente electo basó su campaña desde el principio en el tema de la migración al criminalizar a los migrantes mexicanos. A lo largo de su campaña reiteró que deportaría hasta a once millones de indocumentados.

En respuesta McElroy instó a “esperar en Dios, lo mejor”.

En la Posada Sin Fronteras, desde el lado de California cientos de feligreses intercambiaron cantos con sus contrapartes en Baja California, bajo la mirada atenta de patrulleros fronterizos que escuchaban villancicos un “entren, santos peregrinos” simbólicamente.

Manuel Ocaño

Ellatinoonline.com