Las Vegas, Nevada.- Es el único camino a la dignidad y a la protección de su integridad física que le quedaría a Julio César Chávez Jr. después su pésima actuación ofrecida arriba del encordado, durante la función sábado 6 de mayo.

La habíamos bautizado “La Pelea del Orgullo Azteca”, pero fue tan pobre la respuesta sobre el ring del llamado “Hijo de la Leyenda”, que a su padre no le alcanzará medicina para recuperarse de las bilis que hizo ante la inexplicable conducta de su primogénito.

Y es que podrán decirse ahora que la lucha con la báscula lo debilitó a tal manera que su debilidad se reflejaba en que no pegabía ni estampillas de un sobre volatil, pero el hecho es que el Junior arrastrará con la pena no sólo de cargar el enorme peso del nombre de su padre, de no poder contar nada a sus hijos, sino sus frecuentes actitudes de indisciplina y ahora una penosa derrota, que lo deja al borde del retiro, y que sería lo más saludable y atinado.

‘Lo mejor’ de la función

Otros expertos han recordado que el ‘Canelo’ Alvarez tampoco tuvo nada para contar y que dejó ser al Junior, pero al final de cuentas estaba en su derecho, habiendo conseguido una victoria tan abrumadora en un pelea aburrida y que fue de un sólo lado.

Más que el resultado, quizás’ lo mejor’ de la función fue la confirmación, para septiembre de este año, de la contienda entre el jalisciense y el kazajistano Gennedy Golovkin, quien a sus 35 años es el campeón mundial Mediano reconocido por las cuatro principales comisiones internacionales de boxeo: WBA, WBC, FIB e IBO.

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com