Liliana Carballo y Tania Calvillo pudieron con esfuerzo contener el llanto cuando cada una pasó en turno a hablar ante el cabildo de gobierno de Chula Vista para pedir que aprobara una resolución en favor de los dreamers.

“Al terminar la preparatoria supe que no podía trabajar, no podría conducir”, ni llevar una vida normal en Chula Vista, dijo Carballo, de 26 años de edad, estudiante de biotecnología, quien habló “en nombre de mis vecinos, familiares y conocidos” que necesitan que continúe el programa de DACA, o Acción Diferida para quienes Arribaron en la Infancia.

“Lo único que pido –dijo Carballo entre lágrimas—es que se nos dé la oportunidad de probar que somos parte de esta comunidad”.

Cuando la señora Tania Calvillo terminó de estudiar la preparatoria de Chula Vista, comenzó un periodo de frustraciones porque aunque sus buenas calificaciones o grados le ayudaban para que una beca pagara su primer año de estudios universitarios, su condición migratoria le impedía trabajar para pagar sus estudios o conseguir becas adicionales.

Vivía desde niña en Chula Vista y sin embargo para estudiar tenía que cubrir colegiaturas fuera de su alcance, como las que pagan quienes vienen a estudiar del extranjero o de otros estados.

Pidió incluso que la reclutara el Departamento de Policía de San Diego o las fuerzas armadas, y llenaba los requisitos, excepto el de una condición migratoria distinta.

Ahora pequeña empresaria y ciudadana estadunidense, Tania Calvillo pidió al cabildo ayudar a los jóvenes soñadores con una Acta del Sueño Limpia “que proteja a los jóvenes de deportaciones a países que les son casi desconocidos”.

Con maestría en negocios, Calvillo pidió a los regidores ayudar a que los jóvenes soñadores alcancen como ella sus metas, pero sin tener que pasar por el sacrificio que a ella le tocó pasar.

Carballo y Calvillo fueron solo dos de una serie de personas que hablaron en favor de la ley que ayude a los soñadores, como residentes de Chula Vista y miembros de la organización local de Poder de la Gente.

El cabildo de Chula Vista aprobó por unanimidad la resolución que pide al congreso aprobar la ley Acta del Sueño limpia, es decir independiente de cualquier otra propuesta legislativa de migración.

La resolución tiene un carácter simbólico ante el congreso, sin obligarlo a aprobar la ley, pero la autora de la resolución, la regidora Patricia Aguilar, dijo que fue aprobada sin oposición “porque refleja nuestros valores y principios” en torno a la migración.

La alcaldesa Mary Casillas Salas expresó satisfacción al “apoyar una ley que es justa para todos, y porque es nuestra responsabilidad hacer oír nuestra posición”.

El regidor Steve Padilla aseveró que DACA, que inició por orden ejecutiva, surgió porque hace cerca de una década estuvo muy cerca la reforma migratoria, que “fue frenada por extremistas, que ahora están en la máxima oficina (la Casa Blanca), donde francamente han creado la atmósfera más divisiva e intolerante en la historia moderna estadunidense”.

Al aprobar la resolución del cabildo, Padilla dijo “solo esperar que el raciocinio prevalezca y que finalmente tengamos una reforma migratoria integral”.

Manuel Ocaño