SAN DIEGO.- Seguramente más de una ocasión ha comido más de lo debido y se ha sentido demasiado lleno, incluso culpable. ¿Pero sabía que la pérdida frecuente de control de los alimentos puede desencadenar el Trastorno de Atracones Compulsivos?

Este desorden alimenticio deteriora sensiblemente el bienestar mental y físico y puede llegar a ser mortal.

El Trastorno de Atracones Compulsivos (BED, por sus siglas en inglés) se caracteriza por episodios recurrentes al ingerir grandes cantidades de alimentos, generalmente acompañados de sentimientos de culpa, vergüenza y pérdida de control.

Las personas afectadas a menudo comen muy rápido, incluso sin hambre y comen solos o en secreto para evitar la vergüenza. Sin embargo, a diferencia de la bulimia nerviosa, el trastorno de atracones no incluye conductas purgativas o compensatorias, como el ayuno o el ejercicio excesivo.

De acuerdo al Programa de Desórdenes Alimenticios del hospital Sharp Mesa Vista el Trastorno de Atracones Compulsivos es el desorden alimenticio más común en Estados Unidos. Y es tres veces más frecuente que la anorexia nerviosa y la bulimia juntas.

Una persona a cualquier edad sin distinguir género y raza puede padecer el trastorno. La Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación estima que cerca del 40 por ciento de los que padecen la enfermedad son varones.

El desorden alimenticio puede provocar obesidad, enfermedades cardiacas, diabetes tipo dos, apnea del sueño, trastornos gastrointestinales, depresión y ansiedad.

Las personas con este padecimiento muestran comportamientos asociados con problemas emocionales como el estrés, la baja autoestima y el aburrimiento.

La genética también puede desempeñar un papel en el desarrollo de los trastornos alimenticios.

Hacer dieta o restringir las calorías durante el día ayuda a comer compulsivamente, especialmente si la persona tiene baja autoestima y síntomas de depresión.

Aunque muchas personas ven la dieta como remedio para evitar comer en exceso, la realidad es que se exponen a un riesgo mayor de desarrollar el trastorno.

La enfermedad puede ser tratada respondiendo a las sensaciones de hambre y plenitud física y de comer conscientemente informándose sobre las propiedades de los alimentos.

Michelle Salazar

Ellatinoonline.com