El cáncer de páncreas es una de las principales causas de muerte en el mundo, según la OMS. Foto: scienceline.org.

SAN DIEGO.- El cáncer de páncreas es difícil de detectar y diagnosticar debido a que no se presentan signos ni síntomas notables en los estadios iniciales y, en todo caso, son similares a los de muchas otras enfermedades. Otra razón es que el páncreas está oculto detrás de otros órganos como el estómago, el intestino delgado, el hígado, la vesícula biliar, el bazo y los conductos biliares.El diagnóstico del cáncer de páncreas por lo general se realiza mediante pruebas y procedimientos que crean imágenes de la glándula y el área que le rodea. El proceso que se utiliza para determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro y alrededor del páncreas se llama estadificación.

Las pruebas y los procedimientos para detectar, diagnosticar y estadificar el cáncer de páncreas por lo habitual se realizan al mismo tiempo. Es importante conocer el estadio de la enfermedad y determinar si el cáncer de páncreas se puede extirpar por medio de cirugía a fin de planificar el tratamiento.

El cáncer de páncreas está teniendo un incremento muy destacado en los últimos años. De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, se encuentra en las 5 principales causas de mortalidad en el mundo, detrás del cáncer de pulmón, mama, estómago y colorrectal.

Por otra parte, según un trabajo publicado en la revistas especializadas Science Daily, para el año 2030 podría escalar puestos para situarse en segundo puesto. No es nada alentador, sobre todo si tenemos en cuenta que es un tipo de cáncer que suele desarrollarse al principio sin demasiados síntomas.

Cuando los síntomas aparecen, suelen ser vagos o imperceptibles. Incluyen una coloración amarillenta de la piel y los ojos, dolor en el abdomen y la espalda, pérdida de peso y fatiga. Además, como el páncreas está oculto detrás de otros órganos, los profesionales de la salud no pueden ver ni palpar los tumores en los exámenes de rutina. Para el diagnóstico, los doctores hacen un examen físico, pruebas de sangre, exámenes de imágenes y una biopsia.

Dado que frecuentemente se detecta tarde y se disemina rápidamente, el cáncer de páncreas puede ser difícil de tratar. Los posibles tratamientos incluyen cirugía, radiación y quimioterapia y terapia dirigida. La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se utilizan sustancias para identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales.

Las personas más propensas a contraer la enfermedad son aquellas cuyas edades fluctúan entre los 50 y 80 años, así como los fumadores, quienes tienen antecedentes familiares. Se consideran factores de riesgo la diabetes, obesidad y el sobrepeso.

Los principales síntomas son la piel y los ojos amarillentos, oscurecimiento de la orina, dolor en la parte superior del abdomen o de la espalda, sensación de ardor en el estómago u otras molestias gastrointestinales hinchazón en el abdomen, pérdida del apetito, náuseas y vómitos, y pérdida de peso.

Aunque el pronóstico no es muy alentador retirar el tumor en su totalidad a través de intervenciones quirúrgicas, puede alargar al vida del paciente. Luego de la cirugía podría venir el proceso de quimioterapia o radioterapia.

Los médicos coinciden en que algunas de las recomendaciones para evitar el riesgo de contraer cáncer de páncreas son la reducción del consumo de alcohol, no fumar, mantener un peso saludable y evitar la exposición a determinadas sustancias químicas.

Conviene recordar en todo momento la importancia de cuidar esta glándula que produce los jugos que ayudan a descomponer los alimentos y las hormonas que permiten controlar los niveles de azúcar en la sangre.

Dolores repentinos en el vientre pueden ser síntomas de cáncer de páncreas. Foto: saludiario.com.