La elección del martes 6 de noviembre dejó algo muy claro: el poder de las mujeres. Con un récord histórico los electores eligieron a 103 mujeres para que los representen en el congreso y senado de estados Unidos.

Desde la elección del presidente Trump las mujeres han sido muy críticas con el presidente de EE.UU, impulsando el avance electoral de los demócratas que lograron recuperar el control de la Cámara de representantes.

Diversidad y nueva sangre

Alexandria Ocasio-Cortez, 29 años, demócrata latina de Nueva York se convirtió en la congresista más joven en la historia de Estados Unidos.

Verónica Escobar y Sylvia García serán las primeras hispanas en representar a Texas en el Congreso, mientras que Debbie Murcasel-Powell, de origen ecuatoriano, dio una de las grandes sorpresas al imponerse a su rival en Florida con más del 50 por ciento de los votos.

La demócrata Ayanna Pressley se convirtió en la primera legisladora negra en ser elegida por el distrito de Massachisetts.

Sharice Davids, demócrata, lesbiana y miembro de la nación de Ho-Chunk (Kansas), y Deb Haaland (Nuevo Méxicoson), en las primeras nativoamericanas electas para ser parte de la Cámara de Representantes.

Ilhan Omar, nacida en Somalia en 1981, y Rashida Tlaib, hija de inmigrantes palestinos, serán las primeras musulmanas en el Congreso.

La republicana Marsha Blackburn se convertirá en la primera mujer senadora en la historia de Tennessee.

Después de que se finalice el conteo en Georgia por la diferencia contra el contendiente republicano, la afroamericana Stacey Abrams podría convertirse en la primera afroamericana negra gobernadora del país.