Annie Bakala (primera de izquierda a derecha), rompió en sollozos al narrar la condición en que se encuentran por la eventual deportación de su esposo, Constantin. Foto: Horacio Rentería/El Latino San Diego.

SAN DIEGO.- Constantin y Annie Bakala y sus seis hijos llegaron a San Diego procedentes de la Republica Democrática de El Congo en busca de asilo político.La razón para su solicitud es más que obvia y requiere de una respuesta sensible y humana por parte de las autoridades estadounidenses: “Las dificultades extremas debido a la persecución política” de que Constantin y su familia han sido objetos en aquel país africano donde teme por su vida.

No obstante, como ha ocurrido en la mayoría de los casos de inmigrantes que se encuentran en la situación de la familia Bakala, la respuesta del gobierno fue, de acuerdo con la organización denominada Proyecto Organizador de San Diego (SDOP), que “los funcionarios del gobierno separaron a Constantin de su esposa e hijos en San Diego y lo enviaron a un centro de detención fuera del estado” (en el estado de Atlanta).

Difícil momento

Por ello, al mediodía del jueves 28 de febrero, los miembros de la familia respaldados por SDOP se manifestaron en frente de las oficinas del gobierno federal donde se encuentra el edificio Edward J. Schwartz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (United States Citizenship Immigration Service, USCIS, por sus siglas en inglés), demandando justicia para Constantin.

El dolor incontenible que significa para Annie por la separación de su esposo quedó de manifiesto en todo momento en la conferencia ofrecida frente a los medios de información, al no poder contener las lágrimas, en varias ocasiones, ante este momento tan difícil para ella y sus seis hijos.

Las cartulinas sostenidas por sus hijos eran también inequívocas del dolor que por dentro estaban sintiendo estos niños separados de su padre por una orden de deportación: “We need help to support my Dad” (Necesitamos ayuda para apoyar a mi Padre); Justice for Constantin (Justicia para Constantin); Family (Familia y el dibujo de seis niños); Free Constantin (Libera a Constantin) y Justice for Immigrants (Justicia para Inmigrantes), fueron mensajes con los que los pequeños Bakala se dirigieron a USCIS.

Pero en esta ocasión las noticias serían esperanzadoras para los miembros de la familia Bakala, pues el viernes 1 de marzo se anunciaba que al menos por ahora, se detenía la orden de deportación para el jefe de familia de origen africano:

Suspensión temporal

de la orden de deportación

“Después de la presión de la comunidad, el solicitante de asilo Constantin Bakala ha otorgado una suspensión (temporal de la deportación), lo que significa que permanecerá en los Estados Unidos como una moción para reabrir su caso y abrirse camino a a través de los tribunales”, informó SDOP a través de un comunicado de prensa.

Ante esta noticia, Annie afirmaría: “Quiero decirle a Constantin que lo amo y que estamos agradecidos por todo lo que se ha sacrificado por nuestra familia. Mis hijos y yo esperamos que estemos juntos con Constantin una vez y que la comunidad continúe a nuestro lado. «Agradecemos a todos los que han apoyado a nuestra familia mientras trabajamos para crear una vida mejor para nuestros niños aquí en San Diego y oramos para la seguridad de Constantin».

“Vivir libres de persecución”

Colin Mathewson, pastor de la iglesia episcopal de San Lucas y líder del Proyecto de organización de San Diego:

«Estamos agradecidos por la creciente comunidad de apoyo a la familia Bakala, incluidos el Representante Vargas y el Senador Harris, quienes están junto a la familia de Constantin durante estos tiempos difíciles». «Nuestra comunidad de fe ha sido cambiada por esta experiencia de trabajo para proteger a Constantin de la deportación, y esperamos un futuro donde todas las familias puedan vivir libres de persecución”.

Por su parte, el Padre Jesuita John Anther, de la Iglesia Our Lady of Guadalupe Church consideró que es inaceptable la

en breve entrevista con El Latino al término de la conferencia de prensa del jueves 28 de febrero, acerca de la situación que están viviendo los miembros de la familia Bakala: “Es lo mismo que pasa con nuestro pueblo mexicano, que están separando las familias. Y esto va contra la doctrina cristiana, las familias deben estar juntas. Es diferente si una persona es criminal, pero esta persona no lo es”.

“Es un escándalo lo que está pasando en esta familia. Y están pintando a todos los migrantes como demonios; son buenas personas y estoy muy agradecido que yo no nací como migrante, porque no he tenido que huir de mi patria”, afirmó a manera de comparación con este caso

“Y debemos acoger a las personas en estas condiciones, que tienen temor por sus vidas. La Iglesia Católica quiere apoyar a los migrantes, y ha dicho muy claramente que las familias deben estar juntas. Hay excepciones cuando hay un caso criminal, pero es pro vida y hay valor en toda vida”, concluyó.