Los guardianes del orden realizaron una kermes con causa. Foto José Antonio Avilés.

SAN DIEGO.- Las parrillas se instalaron en las afueras del Departamento de Policía de San Diego.

Hamburguesas, hot dogs, papas y sodas, fueron servidas por los guardianes del orden.

Las rifas y ventas de camisetas también estuvieron a la orden del día.

Policías de los tres niveles de gobierno del Condado de San Diego, dejaron sus armas para unirse a una noble causa.

Lo que hicimos aquí fue recaudar fondos para un evento que se llamara “Shop with a cop” que es comprar con un policía”, informó Samantha López, oficial de Tránsito del departamento de Policía de la Universidad Estatal de San Diego.

Samantha López dijo que esta será su primera experiencia altruista como oficial policiaco.

Un apoyo que servirá para fortalecer  su vocación de servicio, porque no sólo se trata de prevenir, su trabajo implica compromiso social.

“Una forma en que organizamos esto es que nos damos cuenta de los problemas que hay alrededor de la ciudad y hay ciertas organizaciones dentro de los departamentos de los policías y empezamos a hablar y discutir sobre los problemas sociales no sólo con los niños también de la sociedad”, aseguró la oficial López.

Desde hace veintiséis años, las agencias policiacas de todo el Condado de San Diego han participado en este  programa.

Este año, 330  niños de la región, de entre 6 y 12 años, serán beneficiados con 150 dólares para comprar ropa acompañados por un oficial y una visita a un parque acuático de San Diego.

“Para mí ver la importancia que la policía le da a la comunidad me da mucha alegría ver”, dijo sonriente la oficial de tránsito.

El día de compras con un policía está pactado para el próximo 7 de diciembre de 2019.

EVENTO CON HISTORIA

A través de la página oficial https://shopwithacopsandiego.com/ se muestra el dato histórico de los eventos previos realizados en el condado.

Por ejemplo, en el 2006 “Shop with a cop” fue dirigido   por los departamentos de policía de Coronado y Harbor y se llevó a cabo el  2 de diciembre.

Ese día, los niños disfrutaron de un desayuno   seguido de un espectáculo acuático.

Muchos niños nunca habían visitado uno de los destinos turísticos de la región, sin duda un recuerdo que nunca olvidarán.

Los niños también viajaron en una caravana de policías para realizar las compras previas.

Santa Claus voló en un helicóptero y aterrizó en la tienda elegida previamente  para recibir a los niños que contaban en aquel año con $100 para gastar.