No queda nada de lo que eran los comercios antes de la pandemia. La mayoría están cerrados. Foto de Manuel Ocaño

Uno de cada cinco negocios en San Ysidro ha tenido que cerrar y no volverá a abrir

Susana Rodríguez, una joven empleada de un pequeño negocio sobre el Boulevard San Ysidro explicó a El latino que las ventas han caído en más del 70 por ciento desde que impusieron las restricciones fronterizas a los cruces no esenciales de México y Estados Unidos.

“Como más del 90 por ciento de los clientes a lo largo de este boulevard son mexicanos que cruzan con visas y pasaportes, las restricciones las aplicaron solamente a nuestra mayor clientela”, dijo la empleada.

Su negocio es uno de los afortunados que permanecen  en operaciones luego de más de 16 meses de impedir el paso a los mexicanos fronterizos.

“Es una lástima pero ya muchos negocios no volverán a abrir, y mientras siguen las restricciones, los demás estamos en el mismo riesgo”, dijo Rodríguez.

Su negocio de perfumes, bolsas y otros artículos se encuentra a dos cuadras de la garita de San Ysidro, la más transitada en el mundo, de acuerdo con definición del Departamento de Comercio.

Pero aún con el mayor flujo transfronterizo en el mundo, las restricciones impactan los negocios a lo largo de la frontera estadunidense, de acuerdo con dirigentes de comerciantes en California, Arizona y Texas.

Con un donativo de un millón 350 mil dosis únicas de Johnson & Johnson que la administración del presidente Joe Biden donó a México y se aplicaron en más del 80 por ciento en Baja California, el estado alcanzó la inmunidad de rebaño, de acuerdo con declaraciones del secretario estatal de Salud, Alonso Pérez.

California ya la había alcanzado a mediados de junio y, de acuerdo con un plan que mencionó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la frontera se reabriría gradualmente, primero entre las californias, porque ambas tienen altos índices de vacunados.

Pero llegó el 21 de julio y las restricciones siguen, pro lo menos al 21 de agosto, ahora por los riesgos por la cepa Delta, según fuentes oficiales estadunidenses.

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro, Jason Wells, dijo que las restricciones “no fueron una necesidad de salud, sino una decisión política de la administración de Donald Trump que ha mantenido en vigor la administración del presidente Joe Biden”.

“Es un acto de discriminación porque solo se aplican a los mexicanos que viven en la frontera y que cruzan por tierra con visa y pasaporte”, como si fueran los únicos portadores de virus, de acuerdo con el presidente de comerciantes. 

Aunque cualquier persona puede portar el virus, las restricciones no aplican a miles de estadunidenses que viven en Baja California ni a unos 30 mil mexicanos con residencia legal en Estados Unidos que viven al sur de la frontera.

Las limitaciones tampoco aplican a ningún estadunidense que cruce hacia territorio mexicano, solo a los mexicanos con visa que cruzan por tierra a Estados Unidos.

“Mientras que en San Ysidro el 20 por ciento de los negocios cerró y no podrá reponerse por la falta de consumidores mexicanos de la frontera, otros mexicanos vuelan a como Los Ángeles y Houston sin problemas de restricciones”, dijo Wells.

El alcalde de Nogales, Arizona, en la frontera con Sonora, Arturo Garino, comentó que no se explica “por qué si los todos los estadunidenses podemos cruzar a México sin restricciones, los mexicanos no pueden hacer lo mismo y venir a Nogales”.

“¿Por qué si las restricciones son por el Covid 19 no impiden el paso a los estadunidenses que cruzan a México, ellos no transmiten el Covid?”, cuestionó el alcalde.

Dijo que en Nogales se ha vacunado hasta la semana pasada al 89 por ciento de la población

El alcalde explicó que con el cierre parcial de la frontera, los consumidores mexicanos tienen que comprar en tiendas de Nogales, Sonora, y los de Arizona temen que al reabrir se les dificulte recuperar esa clientela perdida.