Grupo presiona a los demócratas en el senado a aprobar el paquete de infraestructura del presidente Joe Biden, que contiene propuestas para regularizar la condición migratoria de millones de indocumentados, entre ellos la mayoría de 173 mil personas en San Diego. Foto de Manuel Ocaño.

Regularizar la condición migratoria de unos 173,000 indocumentados que viven en el condado de San Diego podría beneficiar a cientos de miles de familias locales, de acuerdo con un análisis nacional con base en cifras del censo. 

La idea parte de un análisis que indica que por lo menos diez millones de ciudadanos estadunidenses viven con inmigrantes indocumentados.

Casi uno de cada cuatro de esos estadunidense que conviven con indocumentados se encuentra en California. 

El el estado hay 2.4 millones de estadunidenses que viven con indocumentados. De ellos, 1.2 millones son niños con al menos uno de sus padres indocumentado.

A nivel nacional, más de 4.9 millones de esos estadunidenses son hijos de quienes al menos uno de sus padres es inmigrante indocumentado. Esto es, en parte, porque 1.7 millones de ciudadanos estadunidenses están casados con inmigrantes indocumentados. 

De acuerdo con un informe que busca influir para que el congreso apruebe el paquete económico que incluye una reforma a la inmigración, los indocumentados se encuentran en un tejido social de 22 millones de hogares estadunidenses con familias con condición migratoria mixta.

Esas familias incluyen a ciudadanos estadunidenses, también miembros que residen legalmente en el país e indocumentados.

El análisis de cifras del censo que presentó el grupo defensor de migrantes FWD considera que para beneficiar a todo ese tejido social, lo mejor sería conceder a los indocumentados que ya viven en el país posibilidades de convertirse en ciudadanos estadunidenses.

Por el  lado económico, regularizar la condición migratoria de los indocumentados se traduce en una aportación anual de $75,000 millones de dólares, de acuerdo con el demógrafo Phillip Connor.

La aportación se desglosa en $59,000 millones anuales directamente a la economía y $16,000 millones en impuestos para los tres niveles de gobierno.

La propuesta en la que quiere influir el grupo es la iniciativa del presidente Joe Biden de invertir $3.5 billones de dólares en infraestructura en todo el país.

Esa iniciativa contiene propuestas para regularizar la condición migratoria de los dreamers, los campesinos indocumentados, y los extranjeros que han vivido en el país con TPS, o Estatus de Protección Temporal ante deportaciones. Juntos suman unos 8 millones de indocumentados.

Pero además hay una propuesta para regularizar también a familiares, con lo que se beneficiaría en total a cerca de 11 millones de indocumentados.

El senado tiene ahora la oportunidad de aprobar la propuesta billonaria que contiene el cambio para los indocumentados mediante un procedimiento de voto llamado “reconciliación”, que es una mayoría simple en la votación.

En el senado hay ahora 50 senadores republicanos y 50 demócratas, pero en “reconciliación” el empate se rompe con el voto de la vicepresidenta, Kamala Harris, quien ya se ha comprometido a impulsar una reforma migratoria.

La bancada republicana en el senado insiste en que la reforma migratoria se enfoque únicamente en reformar la vigilancia fronteriza y en expulsar a los indocumentados, aunque ocasionalmente parece aceptar la idea de regularizar a los dreamers.

El grupo FWD se enfoca en la bancada demócrata, con la idea de que, además, regularizar a los indocumentados se traduciría en millones de votos electorales a futuro.

El dato de que en el condado de San Diego hay 173,000 indocumentados lo proporcionó el Instituto de Política Migratoria.