Aún para cumplir ‘al cien’ con la nueva ley estatal
sobre reciclaje, reconoció vocero de la ciudad de San Diego
SAN DIEGO.- A partir del 1 de enero del año entrante, los gobiernos de las ciudades de California y sus habitantes tendrán que cumplir con la nueva ley SB 1383, que les obligará a manejar el reciclaje de los desechos orgánicos, como son desperdicios de alimentos.
Así lo dio a conocer José Ysea, vocero del gobierno local, quien reconoció que debido a diversos factores como el impacto económico causado a la economía, el programa de recolección y reciclaje sufrió un retraso.
“En la ciudad de San Diego no estamos preparados y se requerirá de más tiempo y un mayor plazo y no todos los residentes tienen un tambo verde; este nuevo programa requiere de mucho dinero, de la compra de más troques y más conductores”, ejemplificó el entrevistado vía telefónica.
Ysea indicó que la mayor preocupación es que la nueva ley significará onerosas multas para los municipios que no cumplan y un alto costo de operación.
Retraso de proyecto
Por ello, durante el Verano del 2015, el gobierno de la ciudad de San Diego anticipó la puesta en marcha de un plan con el que buscaba reducir ‘a cero’ los desechos de la ciudad para el año 2040.
En lo que llama “Plan de Basura Cero” -y el cual fue aprobado por el Concejo Municipal dos años antes- la meta era entonces “desviar en un 75% los residuos generados y que terminan en los vertederos” en 2020.
Cerca del 70%
“Estamos alrededor del 70%”, enfatizó Ysea, el estado pasó otra ley que nos obliga a que reciclemos materiales orgánicos o desperdicios orgánicos, que no los echen al tambo de basura, sino que los arrojen a los tambos verdes, y no terminen en los vertederos”.
Indicó que en el relleno sanitario municipal de Miramar, anualmente se reciben alrededor de 1 millón de toneladas de basura, esto sin contar con la recolección que llevan a cabo las dos empresas privadas dedicadas a la recolección y que hace décadas era administrada por el Condado de San Diego: Pacific Waste Services de Chula Vista, en Otay Mesa y el de Sycamore en Santee, manejado por la compañía llamada Republic Waste Services.
CA entre los que mejor administran
Los desperdicios sólidos, revelan
California aparece en el cuarto sitio entre los 50 estados de la unión americana que mejor administran los desperdicios sólidos.
De acuerdo con Lawnstarter una compañía que tiene su oficina principal en la ciudad de Austin, Texas, los tres primeros son los estados de Connecticut, Vermont y Minnesota.
Y es la ciudad de San Diego precisamente una de las que están luchando por mejorar la disposición de la basura que se produce diariamente en los hogares y las industrias locales.
La factura, al consumidor
El portavoz del gobierno sandieguino señaló que en el presente año se cuenta con un presupuesto de $58.7 millones dolares para la administración y manejo por parte del Departamento de Servicios Medio Ambientales del Ayuntamiento de la ciudad de San Diego.
Esta cantidad, comparó, representa un aumento de $8.7 millones en comparación con los $50 millones que esta division destinó el año pasado para el mantenimiento del relleno sanitario de Miramar, los programas de reciclaje y los camiones de reciclaje, entre otros gastos.
Por lo que hace a la división de recolección en 2021 el presupuesto aumentó de $36.2 millones en 2020 a $42.7 millones y $2.3 millones rellenos sanitarios.
“A otras prioridades”
Desafortunadamente otras prioridades, compras, en salud, en la implortancia de reciclar, las ventajas, solo lo que necesitan no gasten tanto dinero, necesidades.
Al recordarle que cuando se dio a conocer el Programa Plan de Basura Cero se planteó de una manera muy optimista y al preguntarle qué ha variado a causa del COVID-19 y el retraso en la meta incial, el entrevistado respondió:
“Desafortunadamente”, continuó, “hoy el público tiene otras prioridades: las compras, la salud, y se ha retrasado la importancia de reciclar”, pero surgirió que “no gasten tanto dinero y compren solo lo más necesario; que reciclen todo lo que usen” porque los precios del relleno podrían subir y la factura la tendrían que pagar los propios consumidores.

